miércoles, 12 de noviembre de 2008

relatos japoneses, 5. hakone, desayuno frente al fuji







(el plan era llegar al monte fuji, subir al menos hasta la quinta estación y luego ir a dormir a hakone. todo salió mal. al llegar en shinkansen a odawara los de informes le informaron a edurne y a christian que estábamos lejos y en el camino equivocado, que si queríamos subir al fuji era por otro lado y en otra ciudad y que para hakone efectivamente el trayecto comenzaba en odawara pero que tendríamos que comprar un pase especial…)

(una japonesa que sabe decir “hasta luego” nos explica que con el pase especial podemos tomar dos opciones para llegar a hakone, una en autobús u otra, que, bromeando, llamamos “hakoning”. la segunda opción, que nos pareció divertida incluía un tren… un tren panorámico… un funicular… un teleférico… un barco… sólo nos faltó el burro… pensamos que no sería muy complicado, concluimos que nos habíamos equivocado, sobre todo por el tema de las maletas que llevábamos cargando… pero nos divertimos bastante)

una vez que el teleférico nos mostró la vista del lago de hakone entendimos el suspiro de la japonesa y su frase de “como me gustaría estar en hakone”. ya a la orilla del lago y esperando la salida del barco, mau compró un café y se sentó a ver el atardecer con lalo y la yuyis, llegó christian. dos hermosos niños japoneses andaban por ahí. salió el barco y a medio trayecto vimos el monte fuji a nuestras espaldas, como una bruma o sombra extraña. llegando al pueblo de moto-hakone se acabó la luz del sol. y comenzó una verdadera odisea.

(no encontramos el guest house en la dirección que indicó el señor de la tienda, otra señora nos buscó hospedaje, de un hotel nos llevaron a la parada del camión para llegar al guest house, un mecánico nos quería explicar que el guest house había cerrado pero que había uno un poco más abajo, una señora detuvo al camión para que nos bajáramos y llegáramos al guest house, la señora del guest house nos regañó por no tener reservación y nos consiguió hospedaje en otro lugar, encontraos el lugar porque un señor se salió de la recepción de su hotel y nos llevó al nuestro. las mujeres en una habitación y los hombres en otra. cenamos rico y bebimos sake. nos bañamos en el onsen. dormimos delicioso. vimos la tele)

al día siguiente, con luz de día descubrimos que estábamos en medio de la montaña, que efectivamente, estaba cambiando de colores. bajamos de la montaña rumbo al pueblo de moto-hakone y decidimos desayunar ahí. y para nuestra sorpresa: el monte fuji, hermoso monte fuji, lago y una hermosa tori frente a nosotros. un desayuno simple, pero la mejor de las vistas.

(en la tori de hakone veremos una escena hermosa, una pareja con su hijita pequeñita se ponen bajo la tori, reciben las vibras y se van… llegan después unos viejitos y su hija como de 50, y hacen lo mismo. el tiempo pasa)

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