sábado, 26 de enero de 2013

enamorado de los discos, un punto de partida


"Que estas canciones rompan el maleficio. Que empiece a sonar ese bajo. Ba-du-ba-du-bum.”

“No sé por qué insistimos, si casi nunca funciona,…”

Kiko Amat, en “Mil Violines”

***
acercarse a los libros de kiko amat es, inevitablemente, acercarse a su amor por los discos y por la música.

en las tres novelas que tengo entre mis libros (“el día que me vaya no se lo diré a nadie” (2003; el libro más difícil de encontrar y que me demostró con claridad aquello de que el que persevera alcanza…), “cosas que hacen BUM” (2007; el primero que leí) y “rompepistas” (2009)) los discos, las canciones y la música son personajes de las historias, y, lo he dicho en más de una ocasión mientras hablo de kiko amat, me encanta que siempre agradece a los discos que lo acompañaron mientras escribía.


“mil violines” (2011) no es una novela sino un libro sobre canciones, canciones pop, los amores de kiko amat, la historia de 13 canciones en particular en su vida y las historias que traen detrás. conozco menos de la mitad de los grupos y las canciones de las que escribe (gracias a youtube y a internet se le puede seguir el paso) y cuando menciona grupos o canciones que si conozco generalmente son sus enemigos (ja ja, eso sí, en la sección dedicada a las 10 canciones que más odia, hay odios compartidos), pero es increíble ver el amor que siente este ser humano por sus discos. son los discos y las canciones que le han cambiado y salvado la vida, los que lo llenan de placer, felicidad, recuerdos. lo dice claramente:

“Esos discos no son solo discos, sino también almacenes de recuerdos.”


quizá ahí reside mi conexión con lo que kiko amat escribe. comparto el amor por los discos, por la música. de una manera no profesional, no académica: me gusta o no me gusta y de ahí forma parte de mi banda sonora particular. mía. he ido acumulando discos y música y grupos y canciones. tengo discos que no dejo de escuchar desde hace tiempo, discos que son grandes amores, sé dónde está cada uno de ellos, los visito con frecuencia a pesar de tenerlos descargados en el ipod o la computadora, vuelvo a ellos, los saco de sus cajitas (eso si, no tengo discos de vinil, lo que a alguien como a kiko amat le parecería monstruoso, lo siento), los escucho, los vuelvo a escuchar, me siguen maravillando una y otra vez. tengo varios discos a los que llamo “discos que me salvaron la vida” y en los últimos tiempos han estado más presentes tanto en mi cabeza como en mis oídos. pronto comenzaré a escribir sobre ellos. Cada uno de esos grandes amores de mi vida, cada disco, representa algo y, efectivamente, almacena recuerdos y tiene que ver con la persona que soy. Uff.

como todos los libros de kiko amat que he leído, “mil violines” llegó en el momento justo. no podría haber sido en ningún otro momento.

(¡y hoy descubro que kiko amat tiene un sitio! www.kikoamat.com ¡WUJUUUUUUUUU!)

lunes, 14 de enero de 2013

de nuevo, el mundo bolaño


“Algo va a ocurrir en los próximos días. Te tendré informado.”
Roberto Bolaño en “Los sinsabores del verdadero policía”

platicando con mi querido amigo karlos x, el misterioso, le decía que de muchas maneras debo reconocer que en realidad ya no soy objetivo con las letras de roberto bolaño.

hay algo en su manera de contar la historia que, a mí, muy dentro de mí, me emociona y me entusiasma. no me importa lo que me va a contar sino cómo me lo va a contar (cada vez que me enfrento a sus letras, en mi cabeza se da un diálogo directo con roberto bolaño, como si lo hubiera conocido, como si estuviera en casa y viniera a tomar un café). adentrarse en sus letras es uno de mis más grandes placeres. el misterioso me preguntó si acaso consideraba a bolaño un mejor escritor que, por ejemplo, haruki murakami, y le dije que si. a pesar que en su momento me han apasionado-obsesionado borges, cortázar, hesse, mishima, saramago, pessoa, gelman, lobo antunes y, más recientemente, murakami, el encuentro con el mundo bolaño ha sido todo un viaje alucinante y fascinante. 


leí en estos días “los sinsabores del verdadero policía” de bolaño (uno de sus libros publicados postmortem junto con “2666”, “la universidad desconocida” o “el tercer reich”), que es de muchas maneras una especie de entramado de hilos que se van a ir uniendo a otros hilos sueltos y no sueltos de la obra de bolaño: obviamente el personaje de amalfitano y el, por llamarlo de alguna manera, personaje de la ciudad de santa teresa se irán hilando con “2666” pero también con “los detectives salvajes” y el largo desierto de sonora o con los poetas perdedores; arcimboldi, j.m.g., el escritor francés de “los sinsabores…” teje hilos hacia el otro beno von archimboldi, el alemán, y los críticos que vistan a amalfitano en “2666” que comienzan sus idas y venidas buscando algo que saben que no podrán encontrar; la muerte, lo sórdido, el mezcal Los Suicidas, villaviciosa, el episodio de los belgas perdidos en el desierto de sonora, la poesía inútil, la locura, la noción de una búsqueda inútil. 

en fin, un gran libro, altamente recomendable. quizá éste libro pueda servir como inicio para leer a bolaño, si es que novelas de muchas páginas como “los detectives salvajes” o “2666” parecen intimidantes. vale la pena el viaje. me quedo en particular con este texto, de la página 146, capítulo 25 de la segunda parte “ii. amalfitano y padilla”:

¿Y qué fue lo que aprendieron los alumnos de Amalfitano? Aprendieron a recitar en voz alta. Memorizaron los dos o tres poemas que más amaban para recordarlos y recitarlos en los momentos oportunos: funerales, bodas, soledades. Comprendieron que un libro era un laberinto y un desierto. Que lo más importante del mundo era leer y viajar, tal vez la misma cosa, sin detenerse nunca. Que al cabo de las lecturas los escritos salían del alma de las piedras, que era donde vivían después de muertos, y se instalaban en el alma de los lectores como en prisión mullida, pero que después esa prisión se ensanchaba o explotaba. Que todo sistema de escritura es una traición. Que la poesía verdadera vive entre el abismo y la desdicha y que cerca de su casa pasa el camino real de los actos gratuitos, de la elegancia de los ojos y de la suerte de Marcabrú. Que la principal enseñanza de la literatura era la valentía, una valentía rara, como un pozo de piedra en medio de un paisaje lacustre, una valentía semejante a un torbellino y a un espejo. Que no era más cómodo leer que escribir. Que leyendo se aprendía a dudar y a recordar. Que la memoria era el amor.


(nota al pie: ventajas de no querer enfrentar al mundo real: uno lee más y con más gusto)


miércoles, 9 de enero de 2013

estar sin estar

la frase es poderosa:

“Begin anywhere”

es del fantástico john cage o eso parece. así la quiero tomar. del gran silencioso, don john cage. y es poderosa porque aparece en el momento justo: cuando más la necesito me recibe desde un imán en un refrigerador (y ahora aparece cada mañana en mi cabeza y está en mi casa, muy cerca de mi lugar de trabajo; y ahora es una especie de mantra o ancla, tan necesario).


esta vez, me cuesta trabajo empezar el año. no se acabó el mundo y eso es bueno, hay mucho por leer, conocer, escuchar todavía. de hecho, el año comenzó con una lectura de murakami (“after dark”, una novela que pese a ser bastante menos lograda que otras es el aviso de murakami que ya está pensando en la trama de “1q84” y tiene varios momentos literarios fantásticos) y con un reencuentro con “el hobbit” de j.r.r. tolkien, 23 ó 24 años después de la primera vez que la leí, y ahora estoy sumergiéndome en las páginas de bolaño y “los sinsabores del verdadero policía” donde de nuevo me veo atrapado por su lenguaje, su forma de narrar y sus personajes, los inevitables perdedores del mundo bolaño; el primer disco que he escuchado este año es “hands of glory” de andrew bird que es una hermosa joya complemento de su gran disco “break it yourself”, ambos del 2012 y estoy esperando ansioso los conciertos de andrew bird y de don nick cave & the bad seeds en la ciudad de méxico...

en fin, hay mucho que esperar, mucho que hacer, muchas cosas por las cuáles poder comenzar, de las cuáles uno podría agarrarse y hacer algo.

por el momento, me falta un poco de fuerza. pero es algo momentáneo.