domingo, 20 de noviembre de 2011

gracias y adiós, rodríguez zapatero


gracias José Luis Rodríguez Zapatero, gracias por lo que hiciste: nos dijiste que había otra forma de hacer gobierno, gobernando para todos y para los menos. mujeres, ateos, gays, madres solteras, minorías lingüísticas, migrantes, tartamudos, los discapacitados, librepensadores, periodistas, republicanos, garcía lorca, los ejecutados y borrados de la memoria histórica de españa. todos tuvieron cabida en tu ejercicio de gobierno. gracias, gracias, gracias infinitas.

a mi, en lo personal, me devolviste la ilusión de que había otra forma de gobernar. que sería posible gobernar con todos y para todos.

es gran tristeza que te vayas así, vencido por los mercados, los bancos y los especuladores, vencido por la forma más perversa de hacer economía a través de calificadoras privadas que no son gobierno y tienen la voz cantante en nuestro día a día. tu gobierno será substituido por los impresentables, los imputados, los arrogantes que ahora con el gobierno en las manos estarán libres de la justicia, pero eso no borra sus actos de corrupción y tráfico de influencias, no borra la ignorancia y el cero interés en hacer avanzar a españa en los últimos años.

tristeza.

pero vamos adelante, a pelear por lo que creemos. a hacer un mundo mejor. desde este lado del mundo, un abrazo José Luis.

gracias.

viernes, 11 de noviembre de 2011

"ran" de akira kurosawa




anoche, como ya es costumbre, sabía que el insomnio iba a estar rondando así que a pesar de que eran las 10 de la noche puse en casa la película "ran" de akira kurosawa, filmada en 1985 y una de las películas que forman parte de mi lista de las 100 películas que más me gustan.

es la tercera vez que la veo. la última vez fue en 1996, hace 15 años.

es una maravilla de película. kurosawa se basó en la obra de shakespeare "rey lear" para hacerla: un rey viejo y poderoso decide retirarse por lo que divide su reino en 3 partes y nombra a su hijo mayor el heredero del trono. el hijo más joven, el único que le dice que esa decisión de retirarse y dividir el reino es una tontería, el único que se opone a su voluntad de gran señor es, en realidad, el único que lo aprecia. el rey lo destierra y al poco tiempo se da cuenta que el hijo mayor y el segundo sólo quieren el poder, lo desprecian y hay gran masacre de soldados, hiderota enloquece y lo siguen los únicos dos sobrevivientes de su grupo fiel. en fin, la historia es la del "rey lear", no hablaré sobre ello, no quiero arruinar el final :)

pero, sin duda, mientras pasaban las imágenes, esos planos secuencia, las batallas, el cómo hiderota va enloqueciendo y perdiendo todo, la vengativa nuera, la estupidez y mezquindad de los hijos, la presencia de tsurumaru (¡¡¡escalofríos!!!), el viento, la textura visual y sonora de la película, todas las referencias a japón y a los espíritus y las reflexiones sobre la condición humana me iba emocionando más y más, recordando porque la tengo en esa lista.

si la pueden ver, la recomiendo mucho. mucho, mucho. aplaudo a ese gran señor que fue don akira kurosawa, gran cineasta.

ah! y "ran" quiere decir "CAOS". más perfecto, no podía ser el título

martes, 23 de agosto de 2011

esta es una historia

Esta es una historia, y es un poco así. El tipo nace en 1976 y la música tendrá una gran influencia en su vida cotidiana. Los primeros años no tiene decisión por sí sólo, escucha los discos que le ponen sus hermanas, su mamá, su papá. De esos años de infancia y origen quedan en la memoria: la 5ª sinfonía de Shostakovitch (ja ja aún existía la Unión Soviética) y la 1ª y la 5ª sinfonías de Gustav Mahler. De hecho, su primer concierto fue “El Titán” de Mahler, en la Sala Nezahualcoyotl en la Ciudad de México.

Más o menos pasan 12 años. Ya sucedieron los primeros amores infantiles, un tal Lucas y el primer Gabriel. A los 12 conoce al segundo Gabriel, se le parte el corazón por primera vez y cuando cumple 13 decide que mejor estar solo y que mejor no tiene nada que decir. Guarda silencio 3 años y se hace sombra. Aun así, en esos años aprende de su cuerpo, lee los primeros libros (Tolkien, Ende), se obsesiona con “algunas cosas”, quiere sentir cariño, primeros cassettes propios, primeras cintas hechas mal grabadas del radio o desde MTV si visitaba a los abuelos. Uno de sus tesoros es un vinil de “entre el cielo y el suelo” de Mecano.

Tiene 16. La historia de amor que no fue con el primer Gabriel viene y va, pasan noches y tardes juntos y luego se ignoran por semanas. Se vuelve a enamorar, se vuelve a llenar de tristeza. Lee a Yukio Mishima y el “Demián” de Hermann Hesse.

En un mes cumplirá 18. Conoce al 3er Gabriel. Una boba serie de circunstancias hace que hablen en un día lluvioso. Dos semanas después se besarán y comienzan una historia larga y complicada y bastante torpe. El deseo cobra forma. Se acepta a sí mismo y se pierde parte del miedo. Ese año, lee a Julio Cortázar, descubre a Andrei Tarkovksi.

Tiene 19 años. El corazón condominio está ocupado felizmente. Tres inquilinos, tres cuerpos, tres amores. No podía haber un mejor momento. Ese año descubre la voz de Juan Gelman.

En marzo del 96 todo se viene abajo. Tercera gran tristeza. Se hace pedazos, se apaga, se quiere morir. ¿Que más puede haber? Las cosas se irán acomodando después de unos meses, unas películas de Werner Herzog en la cineteca, una playa en el Pacífico con gente que no volvió a ver, un mes en el Atlántico, “Un jardín junto al mar” de Mercé Rodoreda, el tercer Gabriel le tiende un puente o una trampa, no se sabrá nunca muy bien.

1997. Todo sucede muy rápido. Es el año mítico, donde todo pasa. Ese año: Berlín, Londres, Florida, otra vez en casa. Ese año cuatro discos que le salvan la vida: “The boatman's call”, “ok computer”, “Mellon Collie & the infinite sadness” y “Big calm”. Ese año lee a Saramago, a Pessoa, a Borges, ese año muere Allen Ginsberg, ese año es el verano en que los mosquitos eran feroces. Ese año lee “The waste land” de T.S. Eliot. Fuegos artificiales. Primeros poemas en serio.

Tiene 22. Ha jugado a descender a los infiernos. Ha hecho lo indecible. El cuerpo hirviendo. Un disco mágico: “Dummy”. Una historia que se desenvuelve veloz y llena de sangre.

El año 2000 es un año triste, pero ahí comienza una bonita historia. Sucede en el puerto de Veracruz. Suena Paulina Rubio en la radio. Ese año escribe el poema "(habitación)".

Verano del 2001: abre los ojos y descubre el sur. Primeros viajes a Costa Rica, Uruguay y Argentina. Cumple 25 en el Río de la Plata, la niebla lo recibe en Montevideo. Ahí, descubre a Idea Vilariño. De regreso en Buenos Aires descubre a Alejandra Pizarnik. En Buenos Aires lee “Rayuela”

2002. 14 de abril. Ese día comienza una historia. Aparece Christian, el lugar es el zócalo de la Ciudad de México. Comienzan una historia feliz. Noches y días, sueños, no estaba en sus planes pero todo es perfecto. El corazón condominio se llena de luz y sólo tiene un inquilino. La historia sigue. Aún sigue.

2006. Tercer viaje al sur. Fin del mundo. Glaciares. La vida juntos. Cumple 30 años en Buenos Aires. Cena en “Los Inmortales”. Ese día ve la película “Volver” de Pedro Almodóvar.

Japón. Japón. Japón, con todo lo bueno y con todo lo malo. Estuvo a punto de perderse todo. Estuvo muerto unos días, unos meses. El tipo se perdió. Volvió a abrir los ojos. Los ojos bien abiertos. Descubre a Haruki Murakami.

Y hubo que moverse. Si se quedaba quieto se muere. Si no se busca, se borra. Se hace sombra. En silencio, pero feliz. Avanza.

Llega a los 35, ha visto y ha hecho mucho. No se queja. Ha sido un buen camino, ha aprendido mucho y queda un buen camino por andar aún. ¿Qué sucede en el siguiente paso? ¿Qué historias sucederán? ¿Qué discos? ¿Qué libros? ¿Qué versos escribirá? ¿Qué viene? Sopla el viento y no trae respuestas. El tipo, con 35 años, da un paso y luego otro. Avanza.

martes, 9 de agosto de 2011

66 años después




el 9 de agosto, hoy, hace 66 años caía la segunda bomba atómica, ahora sobre nagasaki en japón. la primera había caído y fulminado hiroshima el 6 de agosto.

el 6 de agosto y el 9 de agosto deberán ser días para nunca olvidar, asi que escribo esto:

9.

(silencio.
años después.
el cielo abierto, el verano lleno de
luciérnagas, hambre, moscas y tanta
sed. triste nube
furiosa.
todo se acabó.
todo vuelve a comenzar. lo único que queda es la

memoria.

esa no se borra, no habrá
marea o viento o fuego
o mentiras que la toquen)

miércoles, 18 de mayo de 2011

loco y genio, gran genio: 100 años sin mahler




hace 100 años, el 18 de mayo de 1911 murió en viena, cuando ésta era la capital imperial del imperio austro- húngaro, gustav mahler. 51 años antes había nacido en bohemia, país que al igual que el país donde murió desapareció del mapa político. compositor de sinfonías, director de orquesta, director de la ópera real de budapest, músico. loco y genio. adelantado a su tiempo. su trabajo como director de orquesta y de ópera siempre fue excelentemente recibido (¡hugo wolf lo admiraba!), su trabajo como compositor no lo fue tanto. lo abuchearon más de una vez. la crítica era feroz, muy feroz. años después de su muerte fue censurado por el tercer reich, no sólo por judío sino por hacer música inmoral y obscena y moderna. pero pasado el tiempo encontró poco a poco su lugar y hoy es uno de los compositores sinfónicos más respetados e interpretados en el mundo. (y mientras mahler componía sinfonías, en esos mismos años: anton brucker fallecía, freud hablaba del psicoanálisis, klimt participaba en la secesión vienesa, walter gropius tenía amoríos con alma mahler, se construían grandes rascacielos en nueva york y en chicago, arnold schönberg comenzaba a componer…)

pero esa no es la historia que quería contar: cuando yo era niño (papás primos y divorciados y medio hippies, educación montessori), tanto en casa de mi mamá como en casa de mi papá era normal escuchar discos con las sinfonías 1, 4 y 5 de gustav mahler. debo haber escuchado esos discos cientos de veces: primero porque los ponían mamá/papá, después porque había algo que me dejaba inmóvil e inquieto e inmensamente feliz al escuchar esas sinfonías y entonces yo, de 6 o 7 años, ponía los discos por mi propia cuenta, obsesivamente una y otra vez, para escuchar esa música hacerse presente. la maravilla de esa música escrita en 1889 (1era sinfonía), 1900 (4ta sinfonía) y 1902 (5ta sinfonía) llenaba mi cabeza y mi espacio en esos años de 1982-1984… luego vino la decisión de mi mamá de llevarme a la sala nezahualcóyotl en el centro cultural universitario en la ciudad de méxico a escuchar en vivo esas sinfonías. la primera que escuché en vivo fue el “titán”, la primera de las sinfonías. supongo que fue de las experiencias que marcarían mi persona y mi percepción de lo que es o no es valioso para mi percepción estética, de lo que me gustaría o no me gustaría. fui melómano desde entonces, fanático de mahler y de dimitri shostakovitch, sobre todo la 5ta sinfonía. resulta que una amiga/prima de mis padres, cuando ellos tendrían 18 o 20 años les enseñó a mahler en discos de vinil, se juntaban a escuchar discos (trés “rayuela”, je je) y después vino una mítica temporada de las 10 sinfonías en bellas artes dirigidas por eduardo mata y después el amor a la obra de mahler entre ese grupo de amigos ya era imparable, y por ambas vías de mis padres a mí me llegó ese amor a las sinfonías de mahler.

ya adolescente y con mi dinero ahorrado me compré el disco (ya no vinil, sino compacto) de la 2da (“resurrección”) y luego de la 8va sinfonía (conocida como "sinfonía de los mil" por el gran conjunto sinfónico que mahler previó para su interpretación: 850 cantantes y 171 instrumentistas y que se tocará en agosto en méxico una vez más), pasaría horas leyendo y escribiendo y haciendo nada escuchando esas sinfonías y comprando las otras y escuchando a mahler para dormir y antes de tener 20 años tendría conmigo todas las sinfonías, en versiones varias. hace unos años llegaron a mis manos, vía regalo de cumpleaños, las obras completas de mahler dirigidas por guiseppe sinopoli (uno de los directores “mahlerianos” como otto klemperer, eduardo mata, leonard bernstein y herbet von karajan que ayudaron a que la obra de mahler se difundiera, se conociera y se apreciara). hoy en mi ipod cargo las sinfonías de mahler y me hacen muy feliz (además me impresiona que una sinfonía completa quepa en algo tan pequeño como mi ipod). la noche antes de cumplir 34 años escuché la 4ta sinfonía y la maravilla inundó mis ojos y cada hueso por completo.

hace más o menos un año, escuchando la 5ta sinfonía interpretada por la orquesta de minería, en la misma sala neza de mi niñez, caí en cuenta de mi relación personal, amistosa, amorosa y pasional con la música de este germano loco, grandioso y enloquecedor. de ahí todas las manías musicales que tengo ahora: en mi cabeza esa música ha estado siempre y la he disfrutado infinidad de veces, a veces serio, a veces alegre, a veces con lágrimas en los ojos, a veces atontado por la belleza bestial, siempre fascinante, siempre fantástica, siempre innovadora. es curioso, a cada rato, viendo la televisión o alguna película le digo a christian “esa es música de mahler”. la llevo dentro. la puedo escuchar infinitamente y siempre me sorprenderá, una y otra vez: todo en su música está en el lugar correcto.

es de esas cosas que debo agradecerles a mamá y papá. sin duda. (y por eso hoy celebré este centenario de la muerte de mahler escuchando las sinfonías 2da y 5ta muy felizmente)

jueves, 14 de abril de 2011

noveno año


y el tiempo pasa así, veloz y lento. todo sucede y nada sucede. sucede que todo nos va ocurriendo y el tiempo avanza: hemos reído, llorado, discutido, bebido, hablado, cantado, caminado, mirado, callado, aprendido, negociado, cedido, crecido, avanzado.

hemos dicho y hecho lo indecible y lo imposible. hemos hecho nueve años de camino y hemos construido un futuro lleno de misterios y aventuras y nuevas cosas por venir.

nueve años desde ese primer beso, la primera mirada.

nueve años (y lo que nos falta).

gracias, christian

sábado, 2 de abril de 2011

qué bonita palabra es finsternis





para inge lore, con mucho cariño.

“mirar al otro. tratar de entender. no hablo su idioma, no pertenezco ni a su geografía ni a su cultura ni a su clima ni a su historia reciente o pasada. pero es un ser humano, tiene ojos: me mira con extrañeza. yo soy otro. soy distinto. le soy distinto y le soy otro también. no soy ni el desierto, ni la montaña, ni la nieve. soy otro. y aun así, nos podemos entender, comprender, aprender uno del otro. y sonreímos, porque nos reconocemos un poco en la mirada ajena.” – pareciera que esto es lo que a través de los documentales de werner herzog se va despertando en mi cabeza de espectador.

ha sido un reencuentro feliz con este cineasta alemán al cual le debo varios de mis grandes placeres cinematográficos: “fitzcarraldo”, “también los enanos comenzaron desde pequeños”, “nosferatu”, “el gran éxtasis del escultor steiner”, “fata morgana”, “signos de vida”…

estos últimos tres días, uno tras otro, he visto “hércules”, “fata morgana”, “la soufrière”, “lecciones de obscuridad”, “wodaabe – pastores del sol”, “campanas de las profundidades” y “la rueda del tiempo”. en todos estos documentales: imágenes poderosas, silencios precisos, miradas profundas o miradas sin fondo, culturas ancestrales y aisladas y alejadas y llenas de un misterio extraño, tan personal y a la vez ajeno.

viendo “lecciones de obscuridad”, una mirada a lo que sucedió en kuwait después de la guerra del golfo de 1991, la devastación que quedó, la pérdida de personas y la pérdida del habla, la pérdida de la inocencia, los campos petroleros en llamas, la desesperación por la catástrofe ecológica, el petróleo quemando el aire, llenando el espacio, matando bosques y abriéndose paso como todo-aquello-que-del-ser-humano-es-horrible. hacía un tiempo que las imágenes en la pantalla no me conmovían tanto. recordé aquel ciclo, también de herzog, cuando era 1996 y estaba tomando decisiones importantes en mi vida y tras ver “fitzcarrlado” decidí cambiar el rumbo e intentar cruzar mi montaña con mi propio barco, que el camino no fue fácil, no. pero valió la pena, eso que ni qué. quince años después volvería la voz calmada, pausada y profunda de herzog a inquietar mi cabeza y mi corazón. quince años después otra vez el cine de herzog despierta en mi de nuevo los ojos inquietos, las ganas de hacer algo. hacer algo. en un momento, en “campanas en las profundidades”, uno de los entrevistados toca las campanas de una iglesia: la belleza es tal que el silencio pareciera un insulto; uno de los rostros y de las voces más honestas y nostálgicas que han sido filmadas en cine jamás. en “la soufrière” mientras recorren la ciudad abandonada a la espera de que estalle el volcán graban el silencio que los rodea, un silencio tan grande y perfecto que erizó mi piel (y mis ojos).

dice herzog: “no sólo son mis sueños. yo creo que todos estos sueños son también de ustedes. la única diferencia entre ustedes y yo es que yo puedo articularlos. y eso es de lo que se trata la poesía, o la pintura, o la literatura o la cinematografía. yo hago cine porque no he aprendido a hacer otra cosa. hasta cierto grado, es todo lo que sé hacer. y es mi obligación, porque ésta es quizás la crónica interna de quiénes somos, y somos nosotros quienes debemos articularla. si no, seríamos como vacas en el campo.”