domingo, 28 de abril de 2013

una vez… contar historias mirando.




“Every photograph is a memento mori.”
Wim Wenders

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hace muchos años, no sé cuándo, y en realidad tampoco tengo claro dónde, compré un libro de wim wenders que se llama “once” (lo compré y tardé un tiempo en leerlo y me tardé en entender que el título se refería a la palabra para comenzar a contar un cuento, una anécdota, algo que sucedió hace tiempo y no la palabra para definir la cantidad de cosas entre diez y doce, pero eso es otra historia). ahora que mis ojos están despertando de un largo letargo y que están volviendo a mirar a través de una cámara pensé que era un buen momento para volverlo a leer.

y lo fue.



en el libro, wim wenders habla del acto de fotografiar que va más allá de congelar un fragmento de tiempo, sino que es (además de un enorme privilegio) el acto de permitir al ojo que mira y dispara la fotografía que cuente una historia. cada foto como un cuento. en cada imagen hay una historia, una manera irrepetible de ver, sentir y entender el mundo, una mirada personal y única: incluso wenders habla que en los sitios turísticos que se da el fenómeno de millones de fotografías “iguales” del “mismo objeto cada una de esas millones de fotografías es única porque para el ojo que la tomó y para los ojos que verán la foto, ésta tiene una historia personal detrás (y pienso, ¿en cuántas fotografías estamos? ¿en cuántas fotos de un turista checo, japonés turco, brasileño, alemán… que pasea por esta ciudad u otras donde paseamos y vamos pasando nos atrapan en sus imágenes y ahí estamos, repitiéndonos y multiplicándonos anónimamente? feliz insomnio mau.). en fin, en el libro wenders habla de sus historias que no filmó, las historias personales, su intimidad, anécdotas de autos descompuestos en carreteas, encuentros con cineastas en aeropuertos, paisajes desolados, obsesiones geográficas y literarias, sus viajes por Australia o por el enorme horizonte de estados unidos, su admiración por ozu o kurozawa, una imagen de Harry dean stanton, su amistad con Nicholas ray, la memoria, los objetos olvidados, el tiempo que pasa y no se detiene.



(a manera de homenaje al libro) una vez… entre 1988 y 1993 tomé talleres de fotografía, lo disfruté y fui muy feliz: mis ojos veían y fotografiaban. entre 1993 y 1994 tuve mi aprendizaje fotográfico más importante y fue ver cine. el cine de reiner werner fassbinder, las películas de kurosawa, las imágenes nostálgicas de andrei tarkovski, pero mi mayor influencia fue el cine de wim wenders. los paisajes de wim wenders. la manera de encuadrar el horizonte de wim wenders, la manera de contar una historia en la película donde los silencios hacían su parte narrativa y entonces a las imágenes les correspondía hablar y contar la historia. años después descubriría a nan goldin y su infinita tristeza, mi otra gran influencia fotográfica. el hecho es que sin wim wenders y su cine, mi amor por mirar a través de la cámara no sería el mismo.


martes, 23 de abril de 2013

vencer los miedos, vencer al dragón


Books are a uniquely portable magic.”

Stephen King

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23 de abril. día de san jorge. sant jordi en cataluña, saint george en inglaterra. día internacional del libro.

diseño de eduardo mojica
[diseño de eduardo mojica para radio-b.org, abril 2013]


hoy es uno de los días que celebro. desde mi ateísmo celebro que san jorge haya decidido enfrentar al dragón para liberar la región de capadocia y que haya enfrentado sus temores y se haya quedado con la princesa. en realidad no sé bien como es la leyenda, sólo sé que san jorge se enfrenta al malévolo dragón y que, a pesar de su miedo y que él es sólo un ser humano a caballo y con armadura, logra vencer al dragón.

hoy es un buen día para vencer los miedos, para enfrentar fantasmas y sombras, para exorcizar temores, demonios y cosas que no te dejan dormir. hoy es un buen día para quitarse piedras de encima y continuar el camino. enfrentar los miedos y vencerlos. o sólo comenzar a enfrentarlos, ese es el primer paso.



y hoy es un buen día para leer, para comenzar o terminar un libro, para decirle a los libros en librerías, bibliotecas y libreros de casa que les agradezco que existan y que estén, que hayan ido llegando a mi vida poco a poco, que mis ojos y cerebro los hayan observado, agradecerles su compañía en días de lluvia, noche de insomnio, momentos felices, tristezas, viajes en tren (leer en trenes, el gran placer), viajes en avión, mil y un viajes en camiones yendo y viniendo. agradecerles a los libros que estén ahí para cuando nos sentimos débiles, para cuando somos invencibles, para cada día. gracias libros, hermosos libros.

entre mis libros, cientos de libros que se acumulan peligrosamente, tengo muchos que han sido enorme compañía y enorme descubrimiento, hermosas relecturas, hermosos y dolorosos paseos por las letras, fantásticos viajes, enormes obsesiones. mis libros, mi verdadero tesoro, my precious. gracias a todos: calvin & hobbes, dr. seuss (¡para leerse en voz alta!), todo borges (“el aleph” deshojándose y “los conjurados” por fin en mi librero), mi “rayuela” subrayada, los tesoros escritos por bolaño, la magia de encontrarme en murakami, todos mis japoneses [abe, shonagon, basho, kawabata, mishima, akutagawa…], walcott, la pizarnik que me tiene obsesionado y enloquecido, todo benedetti, todo onetti, un “ulysses” no leído aún, todos los libros con versiones de caperucita roja, mafalda, las magníficas novelas de finales malos de vargas llosa, las obscuras obsesiones de lobo antunes ocupando gran espacio en el librero, mi “demian”, mi “bajo las ruedas”, mi colección incompleta de michael ende porque no sé dónde quedó “la historia interminable”, mi mágica copia de “el día que me vaya no se lo diré a nadie” de don kiko amat, las antologías de poesía portuguesa y brasileña (4 tomos), los libros de poetas de brasil, un libro verde donde se habla de “tu olor a cetáceo”, “no” de doña idea vilariño comprado en el sur y por azar, los libros de poesía, tanta poesía, “la máquina autobiográfica” de daniel saldaña parís, “el libro de las inundaciones” de ariadna vásquez… uuuh los libros de fotografías de pierre & gilles, los de nan goldin, libros y libros y libros de poesía de pessoa, cummings, gelman y ginsberg… todos los libros leídos.


y los libros por leer. Miles.




viernes, 5 de abril de 2013

gracias allen, gran poeta



 “Genius Death your art is done
Lover Death your body's gone
Father Death I'm coming home”
Allen Ginsberg (“father death blues”)
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el 5 de abril de 1997 murió allen ginsberg. hace 16 años. fue en la ciudad de nueva york. el mundo era otro entonces. yo era otro (¡phew!).



el día que allen ginsberg murió yo nunca lo había oído nombrar, algo sabía de los beat, de jack kerouac y de william s. burroughs y “el otro”, pero no sabía ni su nombre ni conocía su voz, ni sabía que unos días después, uno o dos días después, escucharía por primera vez “howl” y que a partir de ese momento mi forma de ver la poesía sería diferente. lo escuché en la televisión sin saber ni quién era ni qué leía y se sacudió mi mundo.


en la poesía que hizo desde 1955 que la primera lectura de “howl” en san francisco la primera vez hasta marzo de 1997 en que escribió “things i’ll not do (nostalgias)” está todo lo que fue: loco, vital, poeta, homosexual, enamorado de las letras de walt whitman, budista, judío, ateo, estadounidense, socialista, expulsado de checoslovaquia, amigo fiel, enemigo feroz, necio, obsceno, enamorado del sexo y de los cuerpos de los hombres jóvenes, corazón roto una y otra vez, viajero incansable, drogadicto, borracho, enorme ser humano, amor inconcluso con su querido neal cassidy, amor en llamas con su querido peter, zen, géminis, crítico feroz, mal músico pero entusiasta, niño nacido en 1926, su madre en un manicomio, generaciones de jóvenes muertos en la segunda guerra mundial, corea o vietnam, hombre asustado ante la bomba atómica, voz de protesta, hippie.


a veces, en las noches de insomnio tengo largas conversaciones imaginarias con walt whitman y con allen ginsberg, los dos poetas y sus barbas. hablamos de poesía, de versos obsesivos y de ciertos vientres, ciertos ojos, cierto olor. ufff. Allen ginsberg, su persona y su poesía me significan tanto, son una gran compañía; me gusta sentir y creer que leerlo y volverlo a leer (¡escucharlo!) 16 años después de su muerte, lo mantiene un poco de este lado de la vida. gracias, gran poeta.



hoy, 16 años después vuelvo a escuchar sus versos y comparto el texto “on neal cassidy’s ashes” que escribió allen en 1968 y “father death blues”, una canción.

“On Neal Cassidy’s ashes”

Delicate eyes that blinked blue Rockies all ash
nipples, Ribs I touched w/ my thumb are ash
mouth my tongue touched once or twice all ash
bony cheeks soft on my belly are cinder, ash
earlobes & eyelids, youthful cock tip, curly pubis
breast warmth, man palm, high school thigh,
baseball bicept arm, asshole anneal'd to silken skin

all ashes, all ashes again.



“Father Death Blues”