sábado, 28 de diciembre de 2013

felices 118 señor cine


era parís. era invierno. era 1895. han pasado 118 años.


esa noche los hermanos lumière proyectaron, por primera vez al público que pudiera pagar su entrada, diez películas, iniciando la noche “la salida de obreros de una fábrica en lyon”. así comienza su vida el señor cine. esa es considerada como la primer película proyectada: dura 46 segundos, esa noche 33 personas estuvieron ahí, mirando. seguramente esa noche no pudieron dormir.


a partir de esa noche la gente se sorprendió y se maravilló. parecía un poco de magia, un poco de misterio, un poco de artes obscuras. ¿dónde se escondían los actores? ¿cómo se escondía el decorado? ahora nos parece extraño que en su momento cuando se proyectó el corto de la “llegada un tren a la estación” la gente saliera de la sala de proyección completamente asustada, gritando.

el cine se volvió verdadera magia en 1902 cuando el gran señor george méliès filmara “viaje a la luna”, dura 14 minutos con 12 segundos y es el primer “largometraje” de la historia. la primer película hecha para contar una historia, no sólo para mostrar algo que existía y quedaba permanentemente plasmado en imagen.


el cine no ha dejado de viajar, de crecer, de sorprender. a la fecha, 118 años después, sigue maravillándonos. y por suerte el cine (como la música y la literatura) tiene mil y un creadores, mil y un visiones, infinitas formas, géneros y objetivos: negocio, arte, diversión, hacer reír, hacer sufrir, excitar, aterrorizar, hacer pensar. el cine (como la música y la literatura) están a la mano de quien quiera verlo y entenderlo. y cada cabeza hace su propio mundo del cine.

para mi visión personal del cine, lo he escrito antes acá, hay nombres indispensables: andrei tarkovski, luis buñuel, víctor erice, federico fellini, pier paolo pasolini, mike leigh, akira kurosawa, ingmar bergman, wim wenders, werner herzog, reiner werner fassbinder, lars von trier, pedro almodóvar, f.w. murnau, george méliès, el “indio” fernandez, tom tykwer, theo angelopoulos, peter greenaway, manoel de oliveira (nació en 1908 ¡y sigue vivo y filmando!), jim jarmusch, wong kar-wai, yasuhiro ozu, françois truffaut, la lista podría seguir y seguir. en los últimos años descubrí el cine de steve mcqueen y el de ulrich seidl. nunca he visto una película de carl theodor dryer ni he visto un western ni “el mago de oz”. en fin, el cine sigue vivo y sigue sorprendiendo y es infinito y eso es fantástico.


(hace 18 años celebrábamos sus primeros cien años. ufff, el tiempo ha pasado. veíamos, esa tarde, alguna película de luis buñuel en mi cineteca. mí-a. creo que fue “el perro andaluz”ese ojo rasgado que dialoga con el ojo lastimado de la luna de méliès: metáforas del cine)


jueves, 26 de diciembre de 2013

de espíritus y de colmenas

al inicio de la película “el espíritu de la colmena” de víctor erice (españa, 1973) uno de los personajes escribe en una carta que no sabe si le llegará a su destinatario:

“no lo digo por nostalgia. resulta difícil volver
a tener nostalgia después de lo que nos ha tocado
vivir en estos últimos años”

es 1940, acaba de terminar la guerra civil en españa. hay miedo. hay silencios. hay secretos. el espacio para estar libre es dentro de uno mismo, incluso para los niños. los derrotados son innombrables, se busca borrar de la memoria lo que acaba de suceder unos años antes. la película cuenta una brevísima historia, una anécdota en la vida de dos niñas, que en una película conocen de frankenstein y la mayor molesta a su hermana menor (una maravillosa ana torrent, sus ojos y su mirada, increíbles) con el tema de los espíritus y los fantasmas y le dice que conoce al monstruo y sucede la historia y hay una casa abandonada, un padre que habla de su abuelo, un derrotado que huye, un susto, un misterio, cartas que se incendian, la cercanía de la muerte, una noche fría, muchas abejas.




en realidad no estoy hablando de la historia que cuenta el gran director vasco víctor erice (de quien he visto otras dos joyas del cine “el sur” (1983) y “el sol del membrillo” (1992), dirigidas por él) sino que ahora al volver a mirar esta película vuelvo a sentir esa inquietud. Esa sensación de estar viendo una pieza importante en el rompecabezas que es la historia del cine y pienso que erice logra reflejar dos cosas maravillosas en la película: el miedo a los desconocido (de alguna manera esta película estaría en una especie del cine “coming of age” pero no) y los sueños que despierta el mirar cine.


el cine de erice es un cine que no tiene prisa, de imágenes increíbles. pensar que esta película la hicieron en 1973 y que sigue tan viva.