viernes, 22 de junio de 2012

fragmentos de veranos

"Era un manuscrito de la noche que no podíamos leer."
Jack Kerouac

"Haber estado tan cerca tantas veces"
Konstantinos Kavafis





y es así: llega el verano como cada año y es inevitable sentirme contento, ¿qué misterios traerá este año el verano? ¿cuántas tormentas de verano en esta ciudad de méxico me tocarán los huesos? ¿cuántas historias? ¿largos atardeceres? ¿largas y húmedas caminatas en compañía y en soledad?

llega el verano y llega unos días después la mágica noche de san juan, increíble tradición, una especie de año nuevo para mi.






¿qué tiene de especial que sea verano o no? en realidad nada, el tiempo sigue su camino linealmente, todo sucede conforme debe ir sucediendo, da lo mismo que sea lunes o invierno, pero para mi el verano tiene un significado especial. supongo que se acumulan pedazos de verano, fragmentos de memoria, vida plena, cuentos, historias, vivencias.


del verano son los larguísimos viajes a visitar a mis abuelos en san diego o en el paso, el largo desierto y sus paisajes, el juego de contar postes de luz y perder el juego porque entre el primero y el segundo poste de luz pasaban momentos eternos de nada y luz, de los juegos silenciosos con las nubes, de la sensación de estar llegando al destino después de horas y refrescos tibios; del verano son las tardes en casa de mis abuelos alicia y nacho, escuchar a mi abuelo hablar de historia, verlos fumar, mi abuela preparándose el café en la mañana, el olor de la alfombra, mi tía margarita fumando, las grandes tormentas donde no llovía, los millones de mosquitos, las caídas de la bicicleta; del verano son los días en casa de mis padrinos en el desierto de coahuila, los enormes nogales, el olor del adobe, los higos, los caballos (había un caballo hermoso y enorme que se llamaba canario), las tortillas de harina recién hechas, la dentadura postiza de paul-verdad, los sueños recurrentes; del verano son los recuerdos de mi prima ángela en mi casa, horas y horas jugando a nada y a todo.

 del verano de 1992, veinte años atrás, son los recuerdos de la alfabetización, los primeros recuerdos de los amigos más antiguos que tengo. de ese verano son los primeros poemas, el pasar horas hablando de noche, las primeras tazas de café, los recuerdos tan nítidos de gente del campo aprendiendo a leer algunas frases en lo que nos enseñaban que había otra realidad y que se podía palpar esa otra realidad ahí, bajo la lluvia, llenos de lodo, sucios, felices.



del verano de 1993 es el recuerdo de una amistad inmensa y las primeras obsesiones musicales: r.e.m. y björk, al menos. del verano del 94 son recuerdos de los primeros amores en la vida, de las enormes tormentas en la ciudad de méxico en lo que iba descubriendo mi propio rostro y mi propio ser. del verano del 95 es una felicidad enorme, del verano del 96 es una tristeza infinita y muchas horas mirando llover en florida, escribiendo versos que ahora me parecen torpes pero que fueron una tabla de salvación, de ese verano es el recuerdo de alemania ganando la eurocopa y de las películas de herzog y la primera vez que vi algo de lars von trier.

del verano del 97 son los recuerdos del mejor verano: florida, ángela y john, mosquitos, calor, tormentas, noches largas bebiendo, bailando, siendo, leyendo a pessoa, a ginsberg y a saramago, escribiendo, era descubrir lo que sucedía, era reconstruirme de cero, armar de nuevo el rompecabezas de lo que había quedado de mi. del 2000 es la muerte de mi amigo gabriel. del verano del 2001 fue descubrir que en el sur había invierno y que parte de mi sombra se quedaría para siempre bajo la lluvia en buenos aires, de encontrar mi propia voz al escribir y sentirme contento con mi yo escritor. del verano del 2002 son los primeros meses cerca de christian, de tenerlo cerca y alrededor, de largas noches de insomnio mirando la ciudad, escuchando trolebuses pasar, de imaginar que la vida era posible. del 2003 es comenzar a hacer una casa y tener un gato y plantas y espacios vacíos en los libreros. del verano del 2006 son recuerdos del sur más al sur, el haber llegado al fin del mundo, ver los glaciares, sentir el frío verdadero, saberme vivo y pleno. y desde hace unos años es hacer una hoguera o un pequeño fuego en la noche de san juan y quemar las cosas malas y quemar buenos deseos y reír con los amigos y celebrar que inicia un nuevo ciclo que va de fuego de san juan a fuego de san juan y que así sucede el tiempo.




¿qué sucederá este verano? ¿qué historias? ¿qué conversaciones? ¿qué amigos estarán alrededor? ¿qué libros? ¿leeré “los detectives salvajes”? ¿qué discos? por lo pronto, en estos días no he podido dejar de escuchar “valtari” de sigur rós y hoy fue mi primera tormenta de verano: empapado y feliz.


http://www.youtube.com/watch?v=qdQ8KHer0cI&feature=related
 


domingo, 10 de junio de 2012

en el camino, sal & dean

"...; todavía nos quedaba mucho camino. Pero no nos
importaba: la carretera es la vida."
Jack Kerouac

 termino de leer “en el camino” de jack kerouac (“on the road”, publicada por primera vez en 1957). a pesar también de que muchos amigos lo habían leído hace muchos años, cuando estábamos empezando la vida adulta y es referencia constante en sus vidas y a pesar de tener el libro desde hace mucho tiempo (alguien me lo regaló, no recuerdo quien, no me lo dedicó y le dejó el precio y le costó $66 pesos, la edición de anagrama, colección “compactos”) no lo había leído, ni me había interesado hacerlo.


con la amenaza de que pronto se estrenará la película dirigida por walter salles decidí leerlo. pensé que no me iba a gustar, que era un libro que, para mí, había pasado su magia porque ahora tengo casi 36 años y no entre 18 ó 25 que es la edad en la que todos mis amigos lo leyeron. pensé que me parecería un libro menor, lleno de lugares comunes y enormemente pretencioso.

felizmente: me equivoqué.

desde la primera noche de lectura “en el camino” me pareció un libro honesto: cálido, verdadero, tierno, triste, brutal, hermoso, hipnótico, vertiginoso, nostálgico, angustiante. entendí cómo se volvió el manifiesto de los beats: el ansia de vida, la búsqueda por la búsqueda, lo verdaderamente importante no es llegar sino el trayecto.


el libro narra cuatro viajes del protagonista sal paradise, alter ego de kerouac, a través de américa del norte, tres de ellos desde la costa este de estados unidos hacia san francisco y el cuarto hacia la ciudad de méxico; sal paradise, y su amistad con el caótico e intenso dean moriarty (neal cassady en la vida real). los viajes en si no tienen un propósito claro: se trata de entregarse al camino, a lo que suceda, al infinito de posibilidades, de ir de aquí hacia allá, de vivir plenamente y desbordarse de vida, aunque no haya dinero, ni comida ni dónde llegar ni cómo llegar: lo importante será moverse, estar vivo.


es un libro sobre un país que cambia conforme cambia la geografía, es la narración de lo espléndido que es el paisaje; la magia de viajar de noche, de cruzar el desierto, de manejar a través de las montañas, de amar la velocidad, de cómo cada lugar y cada clima tienen un olor especial, de lo que significa la soledad, de como la vida se le escapaba a dean moriarty y la vida misma lo enloquecía y lo cegaba y lo llevaba a seguir adelante, no importa lo que quede detrás ni lo que venga. es un libro sobre un país donde los jóvenes acaban de regresar de la guerra en europa o el pacífico y simplemente no se adaptan a un país convencional. es un libro sobre la música y la escritura, sobre la creación artística, sobre la promiscuidad y la libertad sexual, sobre drogarse o beber alcohol no como algo bueno ni como algo malo, simplemente así sucede. es un libro sobre una amistad increíble y desgastante, entre sal y dean existe una complicidad que los irá atando y desatando, se encontrarán y se perderán una y otra vez, se verán en denver, en nueva york, en san francisco, se verán y ambos saben que su amistad lo único que logrará es llevarlos de nuevo al camino. y al llegar, hay que volver a moverse: nunca quedarse quietos.


hay libros que llegan en el momento justo, por suerte, este fue el momento perfecto para que “en el camino” y yo nos conociéramos.

(me quedan dos grandes dudas: la primera es ¿cuál es la importancia cultural que tiene denver en la cultura y la contra-cultura estadounidense? y la segunda es ¿jack amó a neal y por lo prejuicios de la época no se atrevió a decirlo? neal y allen ginsberg tuvieron una relación sexual de años, no sé si kerouac hubiese querido algo así también y parte de su tristeza y desencanto con la vida se debió a que nunca fue de neal)

martes, 5 de junio de 2012

Cosas que no haré (Nostalgias)

supe que allen ginsberg existía el 6 o 7 de abril de 1997, unos días después de su muerte. estaba en londres, reconstruyendo mi camino y mi corazón (reconstruyéndome) y llegué ya tarde a casa y vi que lin veía la televisión, seria y triste, ahí estaba un hombre con barbas que leía algo que me movió por dentro. ese hombre era allen ginsberg y leía “howl”, como acababa de morir, le hicieron un programa especial de televisión para recordarlo. lo busqué en la biblioteca de lin, hablé con ella sobre lo que ginsberg había significado para los beats, para los hippies, para los 60s y los 70s, para la poesía (La Poesía) anglosajona del siglo xx y quedé maravillado por sus letras. irían cayendo en mis manos sus libros, sus poemas, distintas ediciones de “howl” (tengo 7 ediciones distintas). en fin, uno de esos libros que han caído en mis manos y que es uno de mis tesoros, es el último libro que ginsberg escribió “death & fame”, muerte y fama. tiene un poema donde se despide de jack kerouac, su gran amigo, le escribe a peter orlovsky, su amante y pareja desde 1954 hasta 1997 en que murió ginsberg (peter murió en 2010), escribe un poema maravilloso llamado “death & fame” donde habla de como quiere su funeral y una lista mental de invitados, escribe poemas políticos y cierra el libro con el poema “Things i’ll not do (Nostalgias)”.


este texto, escrito el 30 de marzo de 1997, 6 días antes de morir, es su testamento literario. su ejercicio budista de desprendimiento. su dejarse ir. desde la primera vez que lo leí me maravilló y constantemente regreso a este texto para leerlo, para hablar con allen ginsberg desde mi posición de lector, de admirador, de enorme influencia en mi forma de escribir y de entender la literatura. y desde hace tiempo quería traducirlo. así que, aprovechando que el 3 de junio es el cumpleaños de ginsberg decidí traducirlo y lo comparto acá.

(notas a la traducción: las mayúsculas están así en el texto, los espacios y la puntuación los respeté tanto como fue posible. ginsberg usó el signo “&” varias veces, pero en la traducción se pierden varios de ellos. las referencias a lugares y nombres tienen que ver con: su estancia en la india en 1967 junto con peter por más de un año, su budismo y sus guías espirituales, las clases de literatura que impartía en colorado, la generación beat y sus poetas, lo que supo que dejaría inconcluso.)



***

Cosas que no haré (Nostalgias)



Nunca iré a Bulgaria, tenía un folleto & una invitación

Tampoco Albania, invitado el año pasado, en privado por estafadores de la Lotería o

                alcohólicos en recuperación,

O poetas iluminados de la antigua tierra de las puertas del Hades

Ni visitaré Lhasa ni viviré en el Hilton ni en la casa de Ngawang Gelek ni subiré

                 fatigado al Potala

No regresaré jamás a Kashi “la ciudad más antigua habitada sin interrupción del mundo”

                  ni bañarme en el Ganges ni sentarme de nuevo en las escalinatas de Manikarnika ghat con Peter,

                  ni visitaré otra vez a Lord Jagganath en Puri, no volveré a Birbhum ni tomaré

                  más notas más historias de Khaki Baba

O escuchar festivales de música en Madrás con Philip

O regresar a beber Chai con el vetusto Sunil & los jóvenes poetas del café,

Atar mi cabeza a un ladrillo en el escondite de opio del Barrio Chino, pasar por el Moslem

                 Hotel, su azotea en Tinsmith Street en Choudui Chowh Nimtallah,

                 Quemar la tierra o fumar ganja en el Hooghly

Ni los callejones del Fez de Achmed, nunca más beberé té de menta en Soco

                  Chico, ni visitaré a Paul B. en Tánger

Ni veré a la Esfinge en Soledad al Amanecer ni al atardecer, madrugada o crespúsculo en el

                  desierto

Ni a Beirut vieja y colapsada, la tristemente bombardeada Babilonia & Ur del tiempo, los misterios

                  desagradables de Siria todo el desierto de Arabia y Saudí, la gente enérgica de

                  Yemen,

Ni el viejo Afganistán tribal de opio, el clima tibetano de Beluchistán

No veré Shanghái otra vez, ni las cuevas de Dunhuang

No subiré de nuevo por las escaleras de la E.12th Street,

No iré a la Argentina literaria, ni acompañaré a Glass a Sao Paulo ni viviré un

                  mes en un departamento, las playas y los chicos de las favelas de Río, el gran carnaval de

                  Bahía

No más sueños despiertos de Bali, el festival de Adelaide demasiado lejos para conseguir nuevas

                  canciones

No veré los nuevos caseríos pobres de Yakarta, los misteriosos bosques de Borneo ni sus hombres ni

                  sus mujeres pintados

No más Sunset Boulevard, Melrose Avenue, Oz en Ocean Way

Ni el viejo primo Danny Leegant, ni los recuerdos de la Tía Edith en Santa Mónica

No más dulces veranos con amantes, enseñando Blake en Naropa,

Ni Escribir Eslóganes Mentales, nuevas Poéticas modernas Norteamericanas, Williams

                  Kerouac Reznikoff Rakosi Corso Creeley Orlovsky

Cualquier visita al cementerio B’nai Israel a las tumbas de Buba, la Tía Rose, Harry Meltzer y

                   Tía Clara, Padre Louis

No la haré yo si no es en una urna de cenizas


                                                                                                             Marzo 30, 1997 a.m.



Allen Ginsberg