martes, 18 de agosto de 2020

cien años de idea

montevideo, uruguay, 18 de agosto, 1920: nacía Idea.

 

escribió poesía, levantó la palabra para decir & nombrar, se miró por dentro & miró el abismo & las aguas inquietas, se miró seguramente en espejos, palpaba el aire con versos, la vida le pesaba, hubo días & meses & años en que seguramente le costaba respirar, navegaba sus ríos metafísicos. no le gustaba ni dar entrevistas ni que la fotografiaran ni leer en público. murió de 89 años, era/es una de las poetas & las voces más importantes del sur, sin duda del uruguay (¿de qué aguas inquietas beberán las uruguayas? de esas geografías también vienen ida vitale, cristina peri rossi, circe maia, marosa di giorgio, juana de ibarbourou,). el año pasado leí su poesía completa en voz alta, todos y cada uno de los poemas & fue hermoso, poderoso, importante, triste, liberador, guía. fue, & ha sido desde que la descubrí, poeta importante & tabla de salvación ante las tormentas de uno mismo.

 

de Idea Vilariño, dos inmensos poemas para celebran sus 100 años & su obra.

 

Decir no

Decir no

decir no

atarme al mástil

pero

deseando que el viento lo voltee

que la sirena suba y con los dientes

corte las cuerdas y me arrastre al fondo

diciendo no no no

pero siguiéndola.

 


Yo quisiera

Yo quisiera llorando

decírtelo

mostrarte

decirte destrucción

y que tú me entendieras

o decirte

el verano se fue

o decirte

no te amo

y que tú me entendieras.

  

 

gracias inmensas, gracias todas. felices 100 años querida Idea.


domingo, 2 de agosto de 2020

los suburbios, hace diez años

 “i need the darkness, someone please cut the lights

The Arcade Fire

 

***

2 de agosto. 2020. de nuevo, si, de nuevo, vuelvo sobre este disco, “the suburbs” de the arcade fire que hoy cumple 10 años de haber aparecido. casi 10 años escuchándolo. mucho & muchas veces & siempre. hoy lo escuché tres veces, de principio a fin (sin la canción que odio, es un disco perfecto porque hasta tiene un error).

 

foto: diego ruiz
foto: diego ruiz


en 2018, escribí que escribí en este blog en octubre del 2013:

 

en agosto del 2010 caía en mis manos el disco “the suburbs” de los canadienses de the arcade fire. ese disco me ha estado acompañando desde entonces. lo escucho una y otra vez y me sigue sorprendiendo. me conmueve, me emociona, me eriza la piel. lo escucho desde hace tres años una y otra vez.

 

una y otra vez. ¡qué poder extraño reside en ese una y otra vez!

 

escribí en 2018 que escribí en 2013: “todo esto sigue ahí: la sensación de sorpresa, de maravilla, de emoción, escucharlo una y otra vez, de entender que en las 15 canciones que me gustan (de las 16 canciones del disco) sigue resonando eso que soy y todo el elemento de la nostalgia que está ahí convertido en canciones”. escribí que escribí:

 

la línea musical y narrativa de “the suburbs” cuenta una historia con la que me identifico: de pronto uno avanza en la vida y mira hacia atrás. atrás está uno mismo (adolescente o adulto temprano) en la que de verdad el mundo daba mucho miedo y nada podía detenerme, que había sombras acechando, que si uno se detenía y no salía corriendo las sombras ganarían todas las batallas y uno puede ver que el tiempo pasa y que atrás quedó el tiempo en que, aunque se tenía miedo, se estaba bien y que realmente no pasaba nada, no se jugaba uno la vida, pero era entonces, en esa ansia de vida, que se cometerían los actos que trazarían el camino de la vida. estoy aquí, ahora, aquí y ahora, por todo lo que fui entonces, por lo que hice, por lo que dije, por mis torpes batallas y sus derrotas, porque en esos años aprendí a nombrar las cosas que para mí eran importantes.

 

diez años después, aquí & ahora, nunca mejor dicho, aquí & ahora, sigo escuchándolo. wow.

 

bum. ¡BUM! diría aquel (en realidad diría ¡BUM! pero bueno)

 

si, una y otra vez. sin duda ya no soy el mismo: aprendo & me equivoco, me sigo conociendo, le escribo cartas a una ciudad que tiene un horizonte plagado de estrellas o luciérnagas, habito sin habitar una casa donde desde una ventanita puedo mirar las montañas, mi centro gravitacional se mudó al sur, ahora camino las calles y las laderas oaxaqueñas, mi lenguaje cambió, ahora me sé finito, ahora entiendo que este disco es parte de mi banda sonora & forma parte de mi propia mitología personal. el que soy hoy, en 2020, no es el mismo de 2010, muchas cosas se me rompieron en las manos, también me rompí por dentro y me reconstruyo. mis libros no están conmigo pero: sigo pensando qué haré cuando sea grande, sigo usando tinta negra, me sigue maravillando el paisaje en la carretera, miro las nubes obsesivamente, escucho, leo. sigo. soy más viejo y menos sabio, pero más feliz, más pleno, pese a todo y gracias a todo. el mundo todavía me da mucho miedo y aún así avanzo, aunque haya sombras acechando, no me detengo. aunque me agote, aunque haya que caminar unos últimos 200 pasos. aunque el miedo está ahí, avanzo. escribí: “(increíblemente/impresionantemente) lento, pero avanzo”. por todo & por tanto, avanzo.