jueves, 31 de marzo de 2016

Señora Zaha Hadid

“They thought I was a troublemaker”
Zaha Hadid


[este tiempo ¿es tangible? ¿qué quedó en verdad de esos días?]

antes de entrar a la facultad de arquitectura ya sabía que existía una arquitecta iraquí-inglesa que se llamaba zaha hadid, ya era una personalidad en el mundillo de los arquitectos porque lo que proponía como proyectos no se podían construir pero ella insistía en pelear contra la línea recta, contra la estructura rígida, contra los materiales existentes y la tecnología de principios de los 90s y, de alguna manera peleaba también ferozmente contra el funcionalismo y toda la escuela de la bauhaus, de don mies el alemán y de don le corbusier el francés, curiosamente, aprendiz de don oscar el brasileño, apasionados por la línea no-recta y por el uso casi mágico del concreto.


ya estando en la escuela, en esos años de formación como el-arquitecto-que-no-fui, en un congreso en monterrey del que te tengo recuerdos extraños ahogados en vino barato padre kino, zaha hadid habló de sus proyectos, de que lo verdaderamente importante al diseñar un proyecto era generar emociones en los espacios diseñados y habló de algo que causó algunos meses de problemas para nuestros maestros, algo así como (palabras más, palabras menos, 21 años de por medio en la memoria): “el arquitecto tiene que diseñar según sus propias obsesiones estéticas pensando en que algún día puede existir la tecnología para construirlo, aunque hoy no sea posible”. única mujer en tener un premio pritzker de arquitectura (2004; en 2010 se le dio el premio al despacho japonés SANAA  liderado por la arquitecta kazuyo sejima y el arquitecto ryue nizhizawa).


en fin, hoy, último día de marzo de 2016, su corazón explotó. la señora hadid puede estar contenta que hoy se habla de su muerte y de su obra, según yo, ni la muerte de oscar niemeyer, generó tantos comentarios. que alegría que la obra (poco construido, mucho pensado) de una arquitecta genere discusión, artículos, fotografías, reavive la memoria. adiós señora y gracias.

ella dijo:  
“I don't think that architecture is only about shelter, is only about a very simple enclosure. It should be able to excite you, to calm you, to make you think.”

Y también:

“I miss aspects of being in the Arab world - the language - and there is a tranquility in these cities with great rivers. Whether it's Cairo or Baghdad, you sit there and you think, 'This river has flown here for thousands of years.' There are magical moments in these places.”


miércoles, 30 de marzo de 2016

el tiempo y su materia (3)

[este tiempo ¿es tangible? ¿qué quedará de estos días?] desde que estuvo disponible, tuve en mis oídos el último disco de björk, “vulnicura” (2015). estas cosas de la modernidad hicieron que tuviera el disco pero sin tenerlo. desde el 20 de enero de 2015 lo escuché y “black lake” y sus poquito más de 10 minutos fueron parte del soundtrack de la vida: (lo escribí en su momento) canción ancla. hoy lo compré físicamente y con ello completé mi colección con los ocho discos de björk, a quien he venido escuchando desde ¿1993? ¿1994? y quien me maravilla y me hace enojar cuando no me gusta lo que hace y me fascina e hipnotiza cuando hace maravillas como el último disco. cosas tan simples como comprar un disco y darse cuenta que lo has escuchado durante catorce meses (y luego el atardecer y el tema de la miel y sin saber a dónde se va el rumbo no parece tan perdido de pronto).


“black lake” termina así:

i am a glowing shiny rocket
returning home
as i enter the atmosphere
i burn off layer by layer
jettison

(la amo, obsesivamente. otra vez. otra vez. aquieta monstruos):

martes, 29 de marzo de 2016

el tiempo y su materia (2)

té negro con miel, de nuevo. atardece. hoy no sucedió mayor cosa, hizo calor en la ciudad y hubo viento ¿por qué sigo pensando en el asunto del tiempo? ¿será que no he podido avanzar en las lecturas como hubiera querido? ¿qué llevo un par de semanas queriendo escuchar la novena sinfonía de gustav mahler y no he tenido el espacio para sentarme una hora y veintidós minutos a escuchar esos silencios, a estar ausente pero presente escuchado? la pregunta se repite: este tiempo ¿es tangible? ¿qué quedará de estos días? cada día comienza y termina y el sol lleva a cabo su increíble espectáculo (o no, es invisible y ausente y todo es gris), ¿qué sucede si sacudo mis categorías metafísicas? ¿alguien se entera? ¿si hablo, aunque la habitación esté vacía, alguien escucha? ¿qué, pero qué, quedará de estos días? suena paul banks, una sonrisa: