viernes, 28 de junio de 2019

alzar la voz para construir


 “Fui hombre, poeta, amé a otros hombres. Tuve hambre.”
Alfredo Fressia

“Yo quería ser mamá
aunque no sabía que no quería tener marido.”
Maricela Guerrero

“Éste es el verbo nombrar y significa traer o hacer presente.”
Sergio Loo


***
ya son 50 años de esa noche en el stonewall inn, en nueva york. esa noche del 28 de junio de 1969, las personas que estaban ahí, diversas, gays, lesbianas, trans, travestis, bisexuales, queers, dijeron basta. dijeron ya no más. rompieron botellas y rompieron vidrios y gritaron y fueron poderosos y no sabían que mientras gritaban y se liberaban de la humillación cotidiana por parte de la policía encendían un enorme incendio que se extendería en su barrio, en su ciudad, en su país, en todas partes y en el tiempo. porque la diversidad sexual está en todas partes y esa noche inició la búsqueda por los derechos y por la inclusión y la legalidad. alzaron la voz y construyeron algo que seguimos construyendo 50 años después: esta casa todavía no está completa.

esa noche, marsha p. johnson y sylvia rivera, dos mujeres trans, una negra y otra latina, fueron las primeras que aventaron botellas a la policía y después fue cosa de encender un flama que no se apaga.


lo que celebramos, lo que conmemoramos, todos (todas, todes, todxs) los que conformamos el abanico alfabético de la diversidad sexual lgbtttiq es el inicio de reconocer nuestros derechos como seres humanos plenos: el derecho a ser personas: el derecho a existir y reconocernos sin máscaras en la calle, en los centros de trabajo, en los centros de salud, en el transporte público, ante la autoridad, ante la comunidad, ante los vecinos: el derecho al amor y al desamor y a vivir la sexualidad plena e informada, el derecho a desnudarse, a descubrir el propio cuerpo: el derecho al deseo: el derecho a decidir con quién o con quiénes queremos compartir la cama, la cotidianidad, el café, el lecho de muerte: el derecho a tomarnos de la mano mientras caminamos en la calle: el derecho a la información y a la salud: el derecho a nombrar el amor o el deseo con su nombre verdadero: el derecho a ser ciudadano en todos los aspectos de la ley y no sólo entidades que pagan impuestos.


no pedimos que haya matrimonio gay, ni adopción gay, ni salud gay. pedimos el derecho al matrimonio, a la adopción, a la salud. pedimos existir y poder nombrarnos.

eso fue lo que inició hace 50 años, eso es lo que estamos peleando aún. aquí, en mi ciudad, de pronto pareciera un oasis, pero tanto en mi país como en el mundo todavía falta mucho por hacer y en eso se nos irá la voz: seguimos aquí, nadie nos va a poder callar.

kavafis, nacido en Alejandría en 1863, en griego y en pleno imperio otomano, escribió este poema:

COSAS ESCONDIDAS
Que nadie trate de deducir quién fui
de todo lo que hice y todo lo que dije.
Había un obstáculo que deformaba
mis acciones y mi modo de vivir.
Había un obstáculo que me detenía
muchas veces cuando iba a hablar.
Por medio de mis acciones más inadvertidas
y mis escritos más velados,
sólo por medio de estas cosas podré ser comprendido.
Pero quizá no valga la pena dedicar
tanto interés y tanto esfuerzos a descubrir quién soy.
Más adelante – en una sociedad más perfecta –
otro, hecho exactamente como yo,
sin duda aparecerá y actuará con libertad.

(en eso seguimos querido kavafis, en eso seguimos marsha y sylvia, tengan la seguridad que en eso seguimos)