viernes, 21 de septiembre de 2012

final del verano, inicia el otoño

“Allí observas una señal, la punta del iceberg.”
Roberto Bolaño, “Prosa del otoño en Gerona” en “La Universidad Desconocida”

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y así, como llegó se fue. se acabó ya el verano este año, comienza el otoño. el paso del tiempo tan inevitable. a algunos de mis amigos mucho muy cercanos les gusta el otoño. a partir de hoy empiezan a observar el clima y un día, ponen cara seria mientras observan las nubes y, súbitamente, un día, deciden que el otoño ha comenzado: el cielo tiene un azul distinto, el aire es cálido pero anuncia el frío, las tardes comienzan a llenarse de noche antes de tiempo.

en este extraño clima cambiante, hay árboles que parecieran vivir un otoño interminable. las hojas se van secando y reverdecen simultáneamente. yo por mi parte, extrañaré las tormentas de verano.



en estos días he terminado de leer “la universidad desconocida” de roberto bolaño, editado por anagrama en 2007. uno de esos libros que caen en mis manos por casualidad y que aumentan y nutren la obsesión. los primeros dos días no podía dejar de leer sus páginas, sus versos en prosa, su prosa poética. no es narrativa, así que me acerqué con algo de miedo al libro ya que los críticos dicen que bolaño es un mal poeta. pero leyéndolo, disfrutando sus palabras, sus figuras, sus obsesiones recurrentes, encuentro un enorme placer en sus letras. no, no es un mal poeta. es un buen escritor. sin duda sus novelas son superiores, pero en estos textos aislados y dispersos (se incluye gran parte del texto que conformará “amberes” como si fuese un ejercicio poético, no novela, habrá que cotejar ambos textos), escritos entre 1977 hasta 1993, la etapa de bolaño en españa, la etapa del gran perdedor. hay en los textos fragmentos de bolaño, sus amores, sus lecturas, sus recuerdos, el nacimiento de su primer hijo, lautaro. la memoria de bolaño tiende las letras necesarias para escribir este libro.



he estado comentando estos días con otros lectores de bolaño (es un alivio saber que no estoy solo en esto) que más que libros bolaño escribió una obra literaria.

los libros, por si solos, van contando ciertas cosas y funcionan efectivamente como libros, como narración, como textos individuales de enorme valor literario y editorial. pero conforme uno se adentra en el mundo bolaño se empiezan a encontrar puentes, puertas hacia otros libros, tenues telas de araña que van uniendo los puntos entre “los detectives salvajes”, “amberes”, “2666”, “la universidad desconocida”, “estrella distante”, “una novelita lumpen”, “amuleto”, “el tercer reich”… se van trazando líneas que van completando algunos huecos. o eso parece. en la obra de bolaño, cada libro podría ser la punta de un iceberg.

ahora, en los meses de otoño, leeré “los sinsabores del verdadero policía” y “la literatura nazi en américa”, y ya sé que estos dos libros tienen piezas del gran rompecabezas que la escritura de roberto bolaño y sus obsesiones.

(a veces me pregunto: ¿qué veía bolaño al cerrar los ojos y querer dormir?)



martes, 11 de septiembre de 2012

memoria: nunca olvidar

los eternos juegos de las fechas y las memorias. hoy, por ejemplo, el día avanza y se acaba y he pensado en chile, en salvador allende, en el golpe de estado de 1973, en santiago de chile bombardeado por el propio ejército chileno, en los desaparecidos, en el estadio nacional que fue testigo de la muerte de miles, pienso en víctor jara. hoy en particular he pensado/leído a nicanor parra, enrique lihn, pablo neruda, roberto bolaño, también a vicente huidobro y su temblor de cielo.


hoy el día se me ha pasado y sigo pensando en chile y de pronto pienso en el último discurso de salvador allende y en lo que habríamos de mantener en la memoria. recuerdo felizmente estar en santiago de chile, las primeras horas en el invierno, julio de 2006 y una placa cerca de la moneda sus palabras “tengo fe en chile y su destino”.



recuperemos ese último discurso, lo leyó salvador allende, presidente de chile, era el 11 de septiembre y era 1973:

"Seguramente ésta será la última oportunidad en que pueda dirigirme a ustedes. La Fuerza Aérea ha bombardeado las torres de Radio Postales y Radio Corporación. Mis palabras no tienen amargura sino decepción Que sean ellas el castigo moral para los que han traicionado el juramento que hicieron: soldados de Chile, comandantes en jefe titulares, el almirante Merino, que se ha autodesignado comandante de la Armada, más el señor Mendoza, general rastrero que sólo ayer manifestara su fidelidad y lealtad al Gobierno, y que también se ha autodenominado Director General de carabineros. Ante estos hechos sólo me cabe decir a los trabajadores: ¡Yo no voy a renunciar! Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo. Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que hemos entregado a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos.

Trabajadores de mi Patria: quiero agradecerles la lealtad que siempre tuvieron, la confianza que depositaron en un hombre que sólo fue intérprete de grandes anhelos de justicia, que empeñó su palabra en que respetaría la Constitución y la ley, y así lo hizo. En este momento definitivo, el último en que yo pueda dirigirme a ustedes, quiero que aprovechen la lección: el capital foráneo, el imperialismo, unidos a la reacción, creó el clima para que las Fuerzas Armadas rompieran su tradición, la que les enseñara el general Schneider y reafirmara el comandante Araya, víctimas del mismo sector social que hoy estará en sus casas esperando con mano ajena reconquistar el poder para seguir defendiendo sus granjerías y sus privilegios.

Me dirijo, sobre todo, a la modesta mujer de nuestra tierra, a la campesina que creyó en nosotros, a la abuela que trabajó más, a la madre que supo de nuestra preocupación por los niños. Me dirijo a los profesionales de la Patria, a los profesionales patriotas que siguieron trabajando contra la sedición auspiciada por los colegios profesionales, colegios de clases para defender también las ventajas de una sociedad capitalista de unos pocos.

Me dirijo a la juventud, a aquellos que cantaron y entregaron su alegría y su espíritu de lucha. Me dirijo al hombre de Chile, al obrero, al campesino, al intelectual, a aquellos que serán perseguidos, porque en nuestro país el fascismo ya estuvo hace muchas horas presente; en los atentados terroristas, volando los puentes, cortando las vías férreas, destruyendo lo oleoductos y los gaseoductos, frente al silencio de quienes tenían la obligación de proceder. Estaban comprometidos. La historia los juzgará.

Seguramente Radio Magallanes será acallada y el metal tranquilo de mi voz ya no llegará a ustedes. No importa. La seguirán oyendo. Siempre estaré junto a ustedes. Por lo menos mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal con la Patria.

El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse.

Trabajadores de mi Patria, tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.

¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!

Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que, por lo menos, será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición".


***

ejercicio de la memoria: nunca olvidar. nunca.