domingo, 12 de febrero de 2012

una de las voces que me habla




denle a un obsesivo una razón para disfrutar de su obsesión. maniático, acumulador de memorias e insomne, el hombrecito de la cabeza se pone a acomodar cosas, revisar archivos. extrañas costumbres de ponerse a hacer limpieza a las tres de la madrugada mientras los vecinos, el novio y el gato duermen plácidamente.

la cosa es un poco así: camila y fernando fueron al sur y pusieron en mis manos, en una muy afortunada confusión, un hermoso libro que se llama “el emperrado corazón amora: homenaje a juan gelman, premio cervantes 2007”, que es el catálogo de la exposición que organizó la universidad de alcalá, en españa, como parte de las celebraciones del “festival de la palabra” en 2008. este libro es un paseo por la poesía, prosa periodística y vida de juan gelman, ese gran argentino: fotos, textos, dibujos, cosas relacionadas a sus libros y a él, imágenes de los libros originales y sus primeras ediciones, imágenes de los autores que lo han influenciado (de acuerdo a los curadores de la exposición), de las traducciones, de los periódicos y revistas donde ha colaborado, en fin, de la obra que ese gran señor de grandes ojos y manos ha puesto en el mundo desde 1956 en que publicó su primer libro “violín y otras cuestiones”. en el libro viene una selección de poemas de gelman y que me parece una selección genial y precisa: son 12 textos que definen, para mí, la increíble voz de gelman.

pero a raíz de devorar el libro he vuelto a la poesía de gelman y he vuelto a leerlo y a pensar en él y en su voz. en una noche reciente de insomnio hice cuentas: la voz de juan gelman ha estado conmigo desde diciembre de 1995, desde entonces, 17 años ya, su poesía me ha ido acompañando en las buenas y en las malas, ha sido una especie de compañero invisible que está a mi lado desde entonces. todo el tiempo. es una de las voces en mi cabeza, voz que me ha hecho avanzar y que me ha ayudado a encontrar mi propia voz al momento de escribir. le debo tanto a esta voz entrañable. haber escuchado en aquel tiempo la poesía de juan gelman (los primeros acercamientos fueron sonoros, no leídos: una película, un cassette con voz del autor) fue un poco así:
Una tarde (el crepúsculo lentamente caía)
se me llenó la boca de soledad.

y en esa/esta soledad en mi cabeza/voz me encontré. y ha sido un viaje maravilloso.

gracias camila y fer, pero sobre todo gracias juan. gracias.

***
nota 1: la afortunada confusión de camila y fer: resulta que el último libro de poemas de gelman, editado en 2011, se llama “el emperrado corazón amora” y que, acabo de descubrir estos días, no es el mismo que ellos me trajeron.
nota 2: el verso anterior es del poema “el caballo de la calesita”, uno de los primeros poema de gelman, del libro “violín y otras cuestiones” (1956) e incluido también en “gotán” (la edición de 1970).
nota 3: en su libro “cólera buey” (1963), uno de los mejores libros de poesía escritos en español, juan gelman publicó el siguiente poema:


celebrando su máquina
el emperrado corazón amora
como si no le dieran de través
de atrás alante en su porfía

alante de ala de volar
que no otra cosa intenta
molestándole piedras
como especie de pies

pies que piesan en vez de alar o cómo
sería el mundo el buey lo que se hija
si no nos devoráramos
si amorásemos mucho

si fuéramos o fuésemos
como rostros humanos
empezando de a dos
completos en el resto

desde entonces ese endecasílabo ha acompañado felizmente a don juan gelman y a nosotros, sus lectores.

sábado, 4 de febrero de 2012

Bocetos de una noche de pesadillas







“Escribí este libro para los fantasmas, que son los únicos que tienen tiempo porque están fuera del tiempo.”
“En la pared alguien ha escrito
mi único y verdadero amor.”
“«Hace muecas en las afueras del infierno»…”
“… héroes de inviernos que van quedando atrás. «Pero usted escribe, Montserrat, y resistirá estos días».”
“No temas, aunque sólo pueda contarte estas historias tristes, no temas…”
Roberto Bolaño, “Amberes”

***
¿novela? ¿cuentos? ¿viñetas? ¿poesía en prosa a pesar de lo sórdido y terrible (qué además es más terrible porque nosotros como lectores le agregamos los elementos del terror)? ¿sueños? ¿fragmentos de una pesadilla que no parece tener fin? ¿descenso a los infiernos? si, un descenso a los infiernos, sin guía, sin virgilio ni circe, la barca de caronte sin nadie que la lleve a la otra orilla, sin orden, sin distinguir el camino de regreso a lo normal.

“amberes” es el cuarto libro de roberto bolaño que he leído (primero fue “2666”, luego “el tercer reich”, al que le siguió de inmediato “amuleto”) y quizás, a pesar de que es el más corto de los cuatro, es el que podría considerar como el más perturbador de los cuatro. no porque hable de asesinatos, misterio, policía, sexo sórdido y desencanto, muertos y desaparecidos, recuerdos del dolor y la angustia, alcohol, droga, exilio, pérdida de la brújula. todos esos temas están en los otros libros de bolaño, pero hay algo de perverso y maligno en este texto que al estar en desorden parecen más crudos, más reales, más tristes.

no, tristes no es la palabra. más desolados.

el texto es de 1981, publicado hasta 2002, bolaño mismo escribe que es un libro que no fue escrito para ser publicado como tal y que no fue escrito para un público sino para él: en 1981 se estaba gestando el universo perturbador de este escritor nacido en chile que cambiaría la literatura latinoamericana (si es que eso existe) a través de una narrativa bestial: enrique vila-matas hablará de su obra como el autor que rompe y deja de ser heredero del boom, rodrigo fresán lo equipara con cervantes, proust, melville y musil.

la novela es un grupo de textos que narran un momento. no hay personajes como tal, no hay una sola voz narrativa, roberto bolaño se habla a si mismo, frases sueltas. cuesta trabajo entrar. duele. asusta. el truco es genial: generalmente nos presentan una madeja y al ir leyendo la novela vamos desenredándola hasta encontrar el hilo, en este viaje al inframundo personal de bolaño (¿algo que vivó en carne propia? ¿así sucedió? ¿cuántas veces sucedió?) a los lectores nos toca tomar varios hilos para formar una madeja y darle forma a la historia.