domingo, 27 de julio de 2014

30 días, 30 discos

necio como una mula: el ejercicio se trató de escuchar treinta discos durante treinta días. completos. de principio a fin. treinta discos que algo (me) signifiquen. treinta discos que tengan una presencia en mi tiempo y en mi propia historia. sin ningún orden, como fuera sucediendo. cada uno, una maravilla.

esto fue lo que sucedió y fue increíble:


“(   )” de sigur rós (2002)
“things are really great here, sort of…” de andrew bird (2014)
“the boatman’s call” de nick cave & the bad seeds (1997)
“big calm” de morcheeba (1998)
“filigree & shadow” de this mortal coil (1986)
“dummy” de portishead (1994)
“stories from the city, stories from the sea” de pj harvey (2000)
“let england shake” de pj harvey (2011)
“ophelia” de natalie merchant (1998)
“the suburbs” de the arcade fire (2010)
“finally we are no one” de múm (2002)
“the sophware slump” de granddaddy (2000)
“sleep mountain” de the kissaway trail (2010)
“post” de björk (1995)
“abattoir blues” de nick cave & the bad seeds (2004)
“the lyre of orpheus” de nick cave & the bad seeds (2004)
“under the pink” de tori amos (1994)
“i do not want what i haven’t got” de sinéad o’connor (1990)
“plastic beach” de gorillaz (2010)
“antony & the johnsons” de antony & the johnsons (2000)
“the understanding” de röyksopp (2005)
“junior” de röyksopp (2009)
“clandestino” de manu chao (1998)
“armchair apocrypha” de andrew bird (2007)
“portishead” de portishead (1997)
“hold on now, youngster…” de los campesinos! (2008)
“reflektor” de the arcade fire (2013)
“ok computer” de radiohead (1997)
“automatic for the people” de r.e.m. (1992)
“smile’s ok” de the hope blister (1998)



(a veces, si, a veces, mis obsesiones me hacen muy feliz)

domingo, 6 de julio de 2014

la gran calma

eran las tormentas de verano de 1998, todo estaba en ruinas por dentro. todo. algo estaba fuera de lugar adentro de mí, la brújula estaba rota, sucedían continuos descensos a los lugares poblados de sombras y, en ese entonces, varios fantasmas que me observaban fijamente. en esos días, cayó en mis manos “big calm” (1998) de morcheeba y volvió la calma: aunque todavía no me detendría y seguiría hundiéndome un poco más y seguiría incendiando las ruinas y seguiría descendiendo una y otra vez algunos meses más, ese disco me salvó. me tomó de la mano. me regresó.

es el segundo disco del grupo inglés con la fantástica voz de skye edwards, es justamente la época de auge del trip hop y lo alternativo y en aquel entonces fue una bocanada de aire fresco ante tanta tristeza y ahora, 16 años después mientras escucho este disco escucho la influencia de este disco en los fantásticos discos “plastic beach” (2010) de gorillaz y en “the odd couple” (2008) de gnarls barkley.

lo escucho ahora, en 2014, y es un disco perfecto: vivo, vigente, maravilloso. lo escucho y vuelve esa gran calma a llenar mi sangre. lo escucho y me recorren los escalofríos otra vez: el disco comienza con “the sea” y es una maravilla.



siguen diez canciones más, “shoulder holster”, “part of the process” (¡UUUUH!), “blindfold”, “over and over” (¡UUUUH otra vez!) y la fantástica “fear and love” con esa enorme verdad, que en aquel momento me abrió los ojos:

Fear can stop you loving
Love can stop your fear

un disco fantástico, de esos para escuchar de prinicipio a fin. una y otra vez.