viernes, 27 de junio de 2014

un portugués, muchos poetas

 “São como se a tristeza
Fosse árvore e, uma a uma,
Caíssem suas folhas
Entre o vestígio e a bruma.”
Fernando Pessoa


hace unos días, el 13 de junio, celebré que en 1888 nacía en lisboa fernando pessoa. el poeta portugués. leí algunos versos, pensé en él. le di las gracias por todo lo que me ha dado. acaricié los libros que tengo en mi biblioteca. descubrí una nota entre las páginas en tinta azul.


en realidad, él fue una persona pero adentro estaba poblado, no era que tuviera un corazón-condominio, él tenía un cuerpo-condominio. no sólo estaba lleno de gente sino lleno de poetas, pobre. seguramente hacer cualquier cosa le tomaba horas. necesitó ser muchas personas, muchas voces, para desbordar sus versos y su tinta, para salir de sí mismo y llenar páginas y hacer poesía.

pareciera que no necesitaba más: sus versos.

el mundo exterior estaba ahí pero su corazón, su tristeza, su felicidad, sus saudades, su vino tinto y su ventana le bastaban y lo poblaban, le hacían compañía. escribió “tabaquería” y la poesía estuvo contenta ese día, escribió la “oda marítima” y la maravilla sucedió. años después lo seguimos leyendo y seguimos creciendo con sus versos. desde fernando pessoa tuvimos a álvaro de campos (ingeniero naval), a ricardo reis, a alberto caeiro, a bernardo soares y varios otros (dicen que tuvo hasta 72 heterónimos)

gracias por todo, señor pessoa. gracias por los versos siempre, gracias por los versos cuando más los necesitaba en aquella triste ciudad y ese triste parque enorme. lo quiero tanto.
  


(en esta máquina de escribir, escribía don pessoa, uhhhh)



lunes, 23 de junio de 2014

construir el fuego

“Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.”
Kavafis

***

necio como una mula, tengo algunas fiestas y algunos ciclos, el calendario se me llena de días importantes. hoy es una de ellas: la noche de san juan.

hoy en casa haré un breve fuego para quemar lo que no me sirve: mis miedos, mi incapacidad de decir "no", mi inmovilidad ante las cosas, mis fantasmas que me ocupan de noche y me hablan bajito, mi incapacidad de reconocerme importante, esa falta de creer en mí, lo que me habita en las sombras. que se vaya todo eso.

en ese breve fuego quemaré también lo que me define: mis palabras y mis silencios, mi corazón, mi historia, mis pasos, mis viajes, mis amigos, mis sobrinos que ya están y los que vendrán, mis ideas que defiendo como gato boca arriba, algunos versos que me calman, mi necedad de creer que este mundo puede ser mejor, lo que soy. que se quede todo esto.

es el tiempo de construir el fuego: que venga y me calme, que sea feroz, que me haga temblar, que ilumine la noche cuando más lo necesito. que venga el fuego. que vengan las tormentas de verano una vez más.

feliz san juan, feliz verano. 




miércoles, 4 de junio de 2014

4 de junio, 1989

uno de los ejercicios de la memoria colectiva es nunca olvidar ciertas cosas. hiroshima y nagasaki, los genocidios, tlatelolco en 1968, la guerra civil española, el 11 de septiembre de 1973 en chile, el golpe militar en argentina en 1976 (la lista es, tristemente, interminable).


entre esas fechas está el 4 de junio de 1989. veinticinco años ya. plaza de tian’anmen, en beijin, china. un hombre, un héroe anónimo que había hecho sus compras se detuvo frente a una columna de tanques. que no debían pasar los tanques a la plaza, que ya había sucedido la masacre. no cedería. si querían pasar tendrían que pasar sobre él. seguramente eso pasó, pero para siempre queda la fotografía, la imagen que televisó y difundió ese gesto. no sabremos nunca como se llamó pero no hay que olvidarlo.


nunca olvidar. que no se repita. que nunca más (tristemente, volverá a suceder una y otra vez).

martes, 3 de junio de 2014

nunca conocí a ginsberg

nunca conocí a a allen ginsberg en persona. no coincidimos. ni su tiempo ni su espacio coincidieron con los míos. cuando él murió yo comenzaba a tomar las decisiones importantes y empezaba a descubrir la poesía y los grandes libros. supe de él unos días después de su muerte. era abril y era 1997. escuché su voz leyendo “howl” a través de la televisión y supe que había muerto en nueva york, yo estaba del otro lado del mar. las letras anglófonas estaban de luto. el día que escuché “howl” (en realidad, la noche) cambió mi vida. es uno de esos momentos antes-después que cambian el curso de los acontecimientos y que no hay vuelta atrás. sin haber coincidido en el tiempo, el espacio o el idioma, coincidió que su voz y sus letras me hablaron bien clarito esa noche y desde entonces.


en esos días lejos de casa, hace tanto tiempo, lo leí en desorden. supe de él. escuché su voz hipnótica. supe que su sexualidad no la escondía y que amaba a los hombres y amaba a peter y que amaba a los muchachos. luego llegó a mis manos mi primer copia de “howl”, desde canadá me regalaban este pequeño gran tesoro en la edición de city lights books. lo leería en voz alta, a solas, frente al mar en veracruz. después, cosas raras, tendría otras cinco ediciones diferentes de este enorme poema. después iría leyéndolo más y más, haciendo míos sus versos, hablando con él, murmurando versos sueltos en las noches de insomnio, en las largas caminatas a solas, en los cuadernitos donde escribo mis propios versos. lo invito cada día de muertos a casa, porque lo quiero, porque es importante para mí. hablaría durante años (a la fecha) con mis amigos de él y de su poesía y de los otros escritores que a mediados del siglo xx cambiaban la forma de escribir para siempre: los adorados, poderosos y mitificados beats*. mis libros favoritos de ginsberg son “howl and other poems” (1955) y “death & fame” (1997), el primero y el último.

hay en la voz de allen ginsberg algo que me habla. 

el año pasado pude estar en los últimos días del verano en boulder, colorado, donde se encuentra la universidad budista de naropa. pasé una hora en el campus, casi al amanecer, cerca de la biblioteca que lleva su nombre. hablé con su fantasma. acaricié ese espacio donde hace años él anduvo por ahí. le escribí.



en el último poema que ginsberg escribió, se despide de la vida y de las cosas que no volverá a hacer. este verso siempre me ha llenado de tibia tristeza:

“No more sweet summers with lovers, teaching Blake at Naropa”

hoy, 3 de junio, allen ginsberg cumpliría 88 años. feliz cumpleaños allen. enorme voz, gran poeta.


*notas al pie:
*en el mundo mitológico-editorial de los beats se considera a allen ginsberg como uno de los tres pilares junto con jack kerouac y william s. burroughs. el último en morir fue william, pese a ser mayor que ellos, más drogadicto, más borracho, más violento, más de excesos, fue el último en morir de los tres.
** vale la pena acercarse al libro “una tribu de salvajes improvisando a las puertas del infierno” editado por la universidad autónoma de nuevo león y aldus, en una compilación y traducción de john bruns y de rubén medina, que muestra el trabajo poético de 15 miembros de esta generación.
*** también el libro gráfico “the beats: a graphic story” de pekar, piskor y buhle es un muy buen documento para acercarse al mundo beat, el momento y los escritores que lo conformaron, donde no sólo escribían sino que formaron parte de un gran cambio social por los derechos civiles (sexuales, raciales y de género).
**** james franco interpreta maravillosamente a allen ginsberg en “howl” (2010) de epstein y friedman. una película sobre el momento de la publicación de “howl” y la lectura en octubre de 1955. al final de la película escuchamos a ginsberg mismo cantando “father death blues”. Uuuuh.