miércoles, 26 de julio de 2023

agradecer & despedir: mi tía sinéad

 

hace unos años escribí en este mismo blog:

 

me gusta mucho sinéad o’ connor.

 


contaba ahí mi experiencia con su música y el momento en que me comenzó a acompañar su voz desde el verano de 1990. la he escuchado desde entonces y he pensado siempre que su voz y su música y lo que dice es algo importante. algo grande, muy enorme.

 

con la muerte de milan kundera hace unos días pensaba en lo que viene: se nos van a morir los ídolos, los héroes y las heroínas, las referencias (y nosotros y los amigos y los cercanos también pero esa es otra historia). hoy, veintiséis de julio se nos muere sinéad, shuhada’ sadaqat, su último nombre elegido. mi tía sinéad. y si duele.

 

seguramente los medios hablarán de lo trágico de la vida de esta mujer, desde el escándalo. a nosotros, sus escuchas y personas donde sembró con la voz, nos toca recordarla valiente, fúrica, sensible, talentosa, creativa, en una búsqueda incansable por lo que llevamos dentro, neurodivergente, rota y feliz. zurita lo diría infinitamente mejor que yo, pero seguramente la vida de sinéad tuvo su motor en el amor. nos queda escucharla en los diez discos que hizo y las colaboraciones y las compilaciones. sinéad/shuhada’ no sólo cantó “nothing compares 2 u” y su carrera fue mucho más que romper una fotografía en televisión en vivo.

 

siempre agradeceremos su voz temblorosa y asustada, hablando verdades, imaginando otro mundo posible:

 

“fight the real enemy”

 

gracias querida tía sinéad. querida shuhada’. que el camino sea leve, ligero y luminoso.

 



gracias por tanto, gracias por la rabia y la feroz valentía, gracias por la alegría y por mostrarte rota también, gracias por todo el amor que pusiste en lo que hacías, gracias por todo lo que nos diste. gracias por usar tu búsqueda para enseñarnos caminos, gracias por enseñarme que en esta vida hay que enunciar las cosas importantes aunque en ello se te vaya la vida misma. estamos en eso, diciendo cosas con el cuerpo y en voz alta. habrá lucecitas alrededor de tu voz, tu nombre y tu trabajo, siempre.

 

(te esperamos en casa en noviembre, habrá de beber y de comer y colores y luces)




jueves, 20 de julio de 2023

las atrocidades (el cumpleaños de un disco)

 

«God visits all lost souls

To survey the damage

And holding his bleeding heart

A tear comes to his eye

He whispered,

“It’s the atrocities of history

Of history

Of…”»

Antony & The Johnsons

 

 

en julio del 2004, un día 20, aparecía un disco que hoy cumple 19 años: “antony & the johnsons” de antony & the jonhsons. mucho tiempo, muchas cosas han sucedido, toda un vida: antony es anohni y su voz sigue ahí, poderosísima. vamos avanzando en cosas. el mundo es un lugar hermoso en ciertos aspectos y se ha vuelto peor en otros.

 

el otro día (la otra noche) hablaba con david, mi novio, y me contaba de un desfile de modas que tenía como fondo musical la voz de anohni y me compartió el link y descubrí que todas las canciones las conocía y se las pude ir identificando mientras sonaban y que esa música y esa voz eran parte de lo que soy. durante dos días (o tres) anduve contándole/agobiando a david mi historia personal alrededor de la música de antony & the johnsons/anohni y de lo importante que fue encontrar “i fell in love with a dead boy”, de su presencia en el escenario, su amor por su trabajo, de los caminos por donde fue apareciendo su voz con björk, cocorosie, hercules & the love affair. no me considero un activista por los derechos lgbtq+ ni me considero lo suficientemente valiente para salir a defender los derechos y romper ventanas y quemarlo todo. pero hay pequeños gestos y pequeñas cosas que sí hago y que ayudan, el activismo hormiga. las pequeñas cosas: programar música de cantantes y músicos lgbtq+; mostrarme en pareja, tomar la mano de mi novio en un lugar público y publicar posts de amor y miel en redes sociales; cargar con un pin lgbtq+ en mi mochila; leer autores, autoras o autoros queer; permitirme nombrar desde el lenguaje; ser visible todo el año, no sólo en junio; decir cosas con el cuerpo y en voz alta; compartir el trabajo de artistas visuales e ilustradores lgbtq+; esas pequeñas cosas, esos gestos.

 

imagen de enrique larios (ig: enriquelarios)

pienso mucho el antes y después de haber descubierto a antony & the johnsons/anohni, su voz, sus palabras y este disco: nueve canciones poderosísimas, queer, revolucionarias porque hablan del miedo, de abuso, de vih, de las pérdidas, de la vida, de lo hermoso que es el asunto este del amor entre dos personas que se encuentran, de la tristeza, de romperse en pedazos. “twilight”, “cripple and the starfish”, “hitler in my heart”, “the atrocities”, “river of sorrow”, “rapture”, “deeper than love”, “divine” (una de mis canciones favoritas de la vida) & “blue angel”. breve en sus 35 minutos, 9 piezas maravillosas y que conforman un hermoso álbum (que, como el “dummy” de portishead, me encantan todas las canciones, el conjunto es extraño pero resulta perfecto porque las piezas lo son). pienso mucho en que este disco imaginaba un otro mundo posible, que lo seguimos construyendo y lo que es claro, es que, en este aquí, en este ahora, tenemos que seguir defendiendo una y otra vez todo lo ganado en cuanto a derechos porque la intolerancia asesina sigue ahí y cada vez tiene menos miedo. a pesar de que hoy puedo tomar la mano de mi novio y ser abierto en mi sexualidad, el peligro y la amenaza está ahí. los locos homofóbicos están ahí afuera.

 

celebro 19 años de este disco, lo escucho de principio a fin (uno y sus manías). celebro que exista, en este tiempo, en este momento. un disco que se autodescribe perfecto en estas palabras:

 

“Well I hold your bleeding heart in my hands

A supernova

A flame on fire

Shining in the darkness”




viernes, 26 de marzo de 2021

discos, despedidas, decisiones



“I'm a two hundred pound octopus under a sheet

Dancing round your world with my hands and feet

And this much I know to be true

Yeah, this much I know to be true

And this much I know to be true

Yeah, this much I know to be true

This morning is amazing and so are you”

Nick Cave

 

 

en marzo de 1997 escuchaba por primeras veces el disco “the boatman’s call” de nick cave & the bad seeds. ese disco acababa de aparecer el día 3 y yo estaba muy lejos de casa, hacía mucho frío, hacía mucha hambre, llovía, estaba algo roto (bastante). ese disco fue bocanada de aire fresco, compañía silenciosa durante las tristezas de esos días, se volvió parte de mí, de mi historia.

 

en octubre de 2019 escuchaba por primeras veces el disco “ghosteen” de nick cave & the bad seeds. ese disco acababa de aparecer el día 3 y yo estaba, de nuevo, muy lejos de casa pero al mismo tiempo en casa. pero era diferente, era otro lugar, otra geografía, otro todo: hacía un calor inmenso, la luz era un espectáculo, la ciudad era ruidosa y de nuevo estaba algo roto (bastante, mucho). ese nuevo disco de la misma banda, tantos años después, fue bocanada de aire fresco, compañía silenciosa durante las tristezas y las alegrías y la conciencia de esos días. caminando, escuchando, paladeando las palabras y la música me daba cuenta que los dos discos habían estado en el momento de tomar decisiones importantes. ambos discos me acompañaron en momentos de decidir antes y después.

 

en marzo de 2021 llegó a mis oídos el disco “carnage” de nick cave & warren ellis. Este otro disco apareció el 25 de febrero y, una vez más, estoy muy lejos de casa pero en casa. y es diferente, es otro lugar, otra geografía, otro todo: el calor es infame, el horizonte se llena de montañas, aprendo cosas de mí mismo y de mi cuerpo, hay silencios, creo que me conozco un poco mejor y, cosa curiosa, ahora no estoy roto, a pesar de las grietas por donde a veces entra la luz. estoy donde debo de estar. este nuevo disco de dos músicos que forman parte de la maravilla que es ese grupo, es una bocanada de aire fresco, es compañía silenciosa durante las alegrías y las dudas, la incertidumbre pandémica, los caminos abiertos y los caminos cerrados, la conciencia de estos días. caminando, escuchando, viendo el tiempo, lidiando con la gravedad de este lugar, paladeando las palabras y la música me doy un poco de ternura descubrir que de nuevo me acompañan en estos días de enunciar, de pensar, de imaginar un mundo posible. un disco que está acompañándome en este aquí, este ahora, en el hermoso juego de los antes y después.

 

enormes discos. me maravillan y me dan escalofríos. agradezco las felices coincidencias y las compañías.



martes, 18 de agosto de 2020

cien años de idea

montevideo, uruguay, 18 de agosto, 1920: nacía Idea.

 

escribió poesía, levantó la palabra para decir & nombrar, se miró por dentro & miró el abismo & las aguas inquietas, se miró seguramente en espejos, palpaba el aire con versos, la vida le pesaba, hubo días & meses & años en que seguramente le costaba respirar, navegaba sus ríos metafísicos. no le gustaba ni dar entrevistas ni que la fotografiaran ni leer en público. murió de 89 años, era/es una de las poetas & las voces más importantes del sur, sin duda del uruguay (¿de qué aguas inquietas beberán las uruguayas? de esas geografías también vienen ida vitale, cristina peri rossi, circe maia, marosa di giorgio, juana de ibarbourou,). el año pasado leí su poesía completa en voz alta, todos y cada uno de los poemas & fue hermoso, poderoso, importante, triste, liberador, guía. fue, & ha sido desde que la descubrí, poeta importante & tabla de salvación ante las tormentas de uno mismo.

 

de Idea Vilariño, dos inmensos poemas para celebran sus 100 años & su obra.

 

Decir no

Decir no

decir no

atarme al mástil

pero

deseando que el viento lo voltee

que la sirena suba y con los dientes

corte las cuerdas y me arrastre al fondo

diciendo no no no

pero siguiéndola.

 


Yo quisiera

Yo quisiera llorando

decírtelo

mostrarte

decirte destrucción

y que tú me entendieras

o decirte

el verano se fue

o decirte

no te amo

y que tú me entendieras.

  

 

gracias inmensas, gracias todas. felices 100 años querida Idea.


domingo, 2 de agosto de 2020

los suburbios, hace diez años

 “i need the darkness, someone please cut the lights

The Arcade Fire

 

***

2 de agosto. 2020. de nuevo, si, de nuevo, vuelvo sobre este disco, “the suburbs” de the arcade fire que hoy cumple 10 años de haber aparecido. casi 10 años escuchándolo. mucho & muchas veces & siempre. hoy lo escuché tres veces, de principio a fin (sin la canción que odio, es un disco perfecto porque hasta tiene un error).

 

foto: diego ruiz
foto: diego ruiz


en 2018, escribí que escribí en este blog en octubre del 2013:

 

en agosto del 2010 caía en mis manos el disco “the suburbs” de los canadienses de the arcade fire. ese disco me ha estado acompañando desde entonces. lo escucho una y otra vez y me sigue sorprendiendo. me conmueve, me emociona, me eriza la piel. lo escucho desde hace tres años una y otra vez.

 

una y otra vez. ¡qué poder extraño reside en ese una y otra vez!

 

escribí en 2018 que escribí en 2013: “todo esto sigue ahí: la sensación de sorpresa, de maravilla, de emoción, escucharlo una y otra vez, de entender que en las 15 canciones que me gustan (de las 16 canciones del disco) sigue resonando eso que soy y todo el elemento de la nostalgia que está ahí convertido en canciones”. escribí que escribí:

 

la línea musical y narrativa de “the suburbs” cuenta una historia con la que me identifico: de pronto uno avanza en la vida y mira hacia atrás. atrás está uno mismo (adolescente o adulto temprano) en la que de verdad el mundo daba mucho miedo y nada podía detenerme, que había sombras acechando, que si uno se detenía y no salía corriendo las sombras ganarían todas las batallas y uno puede ver que el tiempo pasa y que atrás quedó el tiempo en que, aunque se tenía miedo, se estaba bien y que realmente no pasaba nada, no se jugaba uno la vida, pero era entonces, en esa ansia de vida, que se cometerían los actos que trazarían el camino de la vida. estoy aquí, ahora, aquí y ahora, por todo lo que fui entonces, por lo que hice, por lo que dije, por mis torpes batallas y sus derrotas, porque en esos años aprendí a nombrar las cosas que para mí eran importantes.

 

diez años después, aquí & ahora, nunca mejor dicho, aquí & ahora, sigo escuchándolo. wow.

 

bum. ¡BUM! diría aquel (en realidad diría ¡BUM! pero bueno)

 

si, una y otra vez. sin duda ya no soy el mismo: aprendo & me equivoco, me sigo conociendo, le escribo cartas a una ciudad que tiene un horizonte plagado de estrellas o luciérnagas, habito sin habitar una casa donde desde una ventanita puedo mirar las montañas, mi centro gravitacional se mudó al sur, ahora camino las calles y las laderas oaxaqueñas, mi lenguaje cambió, ahora me sé finito, ahora entiendo que este disco es parte de mi banda sonora & forma parte de mi propia mitología personal. el que soy hoy, en 2020, no es el mismo de 2010, muchas cosas se me rompieron en las manos, también me rompí por dentro y me reconstruyo. mis libros no están conmigo pero: sigo pensando qué haré cuando sea grande, sigo usando tinta negra, me sigue maravillando el paisaje en la carretera, miro las nubes obsesivamente, escucho, leo. sigo. soy más viejo y menos sabio, pero más feliz, más pleno, pese a todo y gracias a todo. el mundo todavía me da mucho miedo y aún así avanzo, aunque haya sombras acechando, no me detengo. aunque me agote, aunque haya que caminar unos últimos 200 pasos. aunque el miedo está ahí, avanzo. escribí: “(increíblemente/impresionantemente) lento, pero avanzo”. por todo & por tanto, avanzo.