“La noche tiene la forma de un grito de lobo.”
Alejandra Pizarnik
termina el año, hay que organizar cosas. acomodando papeles, cartas,
fotografías, recortes de periódico, hilos, recuerdos y cosas encontré una
fotografía.
la debo haber tomado en 1992 o 1993, realmente no recuerdo. no sé dónde
la tomé, no recuerdo nada alrededor de la fotografía en sí: es un camino de
tierra, rodeado de maleza, un cielo con nubes de tormenta o nubes que reciben
luz antes que termine el día. la imagen es blanco y negro, la tomé con una
cámara análoga, mi antigua réflex. hubo un negativo involucrado, papel
fotográfico y magia de laboratorio de fotografía, olor de químicos, luz roja,
ese instante en que el papel blanco empieza a mostrar lo que se quedó fijo. el
tiempo, seguramente, ha hecho su trabajo pasando sobre la imagen y quitándole
un poco de nitidez.
la foto me hizo sonreír. no recuerdo nada de lo que hay detrás de esa
imagen inmóvil, no recuerdo su historia en mi propia historia. lo que me
sorprende es la certeza que 23 o 22 años después seguramente habría hecho una
fotografía similar de haber estado en el mismo camino, la misma maleza, las
mismas nubes. me hubiera quedando horas (minutos, porque el atardecer es
increíblemente efímero) mirando esas nubes. la obsesión visual y estética sigue
ahí. me da risa darme cuenta, de una manera tan clara, que al final las
obsesiones son con lo que nos construimos. nuestras obsesiones son nuestra
historia, una especie de piel. al final del día, somos nuestras obsesiones.
somos nuestra memoria. nuestros discos, lo que leemos. lo que comimos.
los viajes. las palabras que elegimos, el tiempo con los amigos, los amores
felices y tristes, el miedo que nos gana, los insomnios. lo que vemos. lo que
compartimos.
(después de mirarla y de reírme
de mi mismo, le regalé la foto a christian sin pensarlo. alguien que ha tenido
que lidiar y aguantar mis obsesiones. que le toca escuchar mis monólogos sobre
el amanecer y la luz y el atardecer y la luz y las nubes y los paisajes y la
luz que entra por la ventana y como la luz sobre las hojas y la luz cuando
empieza el día o cuando es reino de penumbras, alguien con quien comparto el
amor por el cine filmado por gabriel figueroa. alguien infinitamente paciente
con mis obsesiones, mis miedos y los lobos que me habitan)