viernes, 28 de abril de 2017

uno agradece vidas tan luminosas, querido jorge

para Magda y Sebs

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hoy el día era feliz, y aún lo es. anoche leí versos de arseny tarkovsky y hablé de viajes. un disco de gorillaz esperaba a ser escuchado, se iban resolviendo las cosas, hubo chilaquiles en la mañana y café. vi a mis hermanas. ahora hay agua y mezcal y por fin suena gorillaz, audífonos puestos, volumen alto. hoy roberto bolaño hubiera cumplido 64 años. a medio día vi que mi querido amigo ernesto reséndiz oikión escribió que había fallecido jorge lópez páez. y la tristeza apareció, se sentó en la sala. ernesto escribió una nota hermosa y termina diciendo:

"Uno agradece vidas tan luminosas y generosas. Gracias, don Jorge."

y sí. la noticia se fue confirmando por todos lados.


nació en huatusco, veracruz, en 1922. vivió 94 años, me atrevería a decir que las vivió pleno y feliz, amó y fue amado. escribió. vivió de escribir novelas y cuentos. fue un enorme de nuestras letras: nuestras. las mexicanas y las letras lgbt. escribió el cuento “doña herlinda y su hijo” (1980), “silenciosa sirena” (1988), “los cerros azules” (1993), “¡a huevo, kuala lumpur!” (2012, [que tiene uno de los momentos homoeróticos más increíbles de la literatura nacional y que lo tengo dedicado de su puño y letra]).

a jorge le debo muchas cosas en mi vida, mucho aprendizaje. fue mi primera referencia de una persona homosexual, que salía a cenar acompañado con su pareja y veía a sus amigos que lo querían, lo admiraban y reían con él. era increíblemente inteligente, de una plática luminosa de verdad, una increíble biblioteca de información literaria, cultural y de méxico. y le gustaba comer y lo disfrutaba enormemente. se reía con todo él. una de las risas más plenas que he escuchado en mi vida. era travieso, se le iluminaba el rostro si encontraba una víctima para molestar. toda mi infancia, adolescencia y adultez temprana aprendí de él y lo admiré mucho. en su casa descubrí la pintura de juan soriano y escuché a alí chumacero llenar la noche de versos e inteligencia. jorge escuchaba siempre. siempre tuvo palabras de aliento y me preguntaba “mauricio, ¿ahora qué estás leyendo?”. siempre le hablé de poetas y me preguntaba, me recomendaba autores jóvenes. fue una guía para entender y leer mejor a los contemporáneos. nunca supe si le gustaba ginsberg o no, pero era recurrente en nuestra conversación. 

nunca le mostré mis textos.

siempre le agradeceré sus palabras, su presencia y haberme enseñado, existiendo, que se podía ser gay y estar con los amigos, comiendo, bebiendo, riendo, hablando.

pero hay algo que nunca podré olvidar, la última vez que lo vi, en un día muy triste, me preguntó como siempre que andaba leyendo y le hablé de mi interés por ir leyendo los clásicos. me dijo: “tienes que leer “lolita” de nabokov. no lo dudes. cómprala ya. vas a ver, te va a encantar”. nunca le agradecí en persona, nunca podré dejar de agradecerle eso. leer (y empezar a leer) “lolita” fue uno de mis momentos más importantes en mi relación con los libros y la escritura, uno de esos momentos antes-después.


creo que jorge vivió muy pleno. sus 94 años fueron toda una vida. ¿qué habrá pensado el jovencito veracruzano de huatusco de esta ciudad de méxico tan maravillosamente diferente ahora? ¿de tanta libertad? ¿de tanta alegría en la diferencia? ¿de tanta disidencia y libertad en lo sexual? gracias jorge, por todo, por haberte conocido. 

1 comentario:

MAO dijo...

:( el corazón hace la mejor despedida de las personas a las que amamos!