viernes, 16 de agosto de 2013

i don’t dive, but i do swim


“Ítaca te ha dado el bello viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
No tiene otras cosas que darte ya.”
Constantino Cavafis


***

37.

treinta y siete. ¿y qué he logrado? de pronto parecería que tengo las manos vacías. a veces me siento como un personaje de murakami: mi centro se ha perdido y no sé, de verdad no sé, por dónde se empieza a buscar. de dónde sale la fuerza para buscarlo. pero, en realidad no me quejo.

el inventario es largo.

amo la música de gustav mahler, a la que vuelvo con frecuencia y que me hace feliz y me atormenta el alma, aunque parezca contradictorio.

tengo mis libros, mis compañeros de viajes, de cafés, de insomnios, de largas distancias, del tiempo recorrido. mis largos monólogos silenciosos hablando con ellos, con sus páginas, sus personajes, sus autores. mis tesoros. voz de gollum.

tengo mis versos. mi voz. mi tinta. mis cuentos. mi silencio. miles de hojas escritas que se acumulan.

tengo mis discos (escribo esto escuchando “the suburbs” de the arcade fire, disco que llegó a mi exactamente hace 3 años, en 2010 y que ha sido un enorme compañero), mis obsesiones musicales, mi soundtrack recurrente. por suerte entre esos discos hay discos que me salvaron la vida.

tengo mis historias. mis aventuras. mis torpezas, mis errores. mis horrores. hay cosas que haría de manera diferente, pero las hice así y no me arrepiento.

mi insomnio, con quién he llegado a ciertos acuerdos.

mis amigos. mi christian. es extraño, pero siendo un lobo solitario, me sé rodeado de gente increíble, con ideas, con voces propias, entusiastas, llenos de vida. llenos de risa. mucho tiempo recorrido juntos. no sé de verdad qué haría sin ellos.

conocí a cuatro de mis cinco abuelos. de todos tengo recuerdos. de los cinco aprendo todavía.

mi familia. hermanos, mamá, papá, anne, lin, ángela, aubrey. lükas. mis basualdo adorados.

he podido ir y venir en mi ciudad, en mi país, en este mundo. he visto, he caminado. me he maravillado. mis ojos han visto el invierno en el sur, los andes, la niebla de montevideo, mi hermoso buenos aires, lo verde en costa rica, el paraíso en la tierra, las grandes planicies, las tormentas feroces de florida, san francisico (no conocí su niebla, habrá que volver), me perdí en londres, me enocntré ahí mismo, berlín hecho pedazos, recontruyéndose, un verso de t.s. en munich que me ayudó a reconstruirme. uffff, japón. volveré. el ruido de los pájaros en tlacotalpan, la humedad del puerto, la niebla xalapeña, el sol oaxaqueño, las montañas en guadalajara cuando entendí porque el dr. atl pintaba lo que pintaba, los paisajes de este país. la lista tiene un fin, claro, pero es interminable. no me puedo quejar.

tengo mi amor por el cine. tengo mi cineteca. Mía.

mi amor por mirar a través de una cámara.

mis miedos.

tengo memoria.

hace tiempo me dijeron que yo no sirvo para clavados. que mientras mucha gente decide algo y lo comienza de inmediato, se avienta al agua y no tiene miedo de empezar, yo me tomo mi tiempo. pero una vez que me meto al agua, discretamente, sin hacer ruido, comienzo a nadar y no me detengo.

el camino ha sido largo y sigue: ítaca no me ha engañado.

esto es lo que soy.




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