“Every
photograph is a memento mori.”
Wim Wenders
***
hace muchos años, no sé cuándo, y en realidad
tampoco tengo claro dónde, compré un libro de wim wenders que se llama “once”
(lo compré y tardé un tiempo en leerlo y me tardé en entender que el título se
refería a la palabra para comenzar a contar un cuento, una anécdota, algo que
sucedió hace tiempo y no la palabra para definir la cantidad de cosas entre
diez y doce, pero eso es otra historia). ahora que mis ojos están despertando
de un largo letargo y que están volviendo a mirar a través de una cámara pensé
que era un buen momento para volverlo a leer.
y lo fue.
en el libro, wim wenders habla del acto de
fotografiar que va más allá de congelar un fragmento de tiempo, sino que es
(además de un enorme privilegio) el acto de permitir al ojo que mira y dispara
la fotografía que cuente una historia. cada foto como un cuento. en cada imagen
hay una historia, una manera irrepetible de ver, sentir y entender el mundo,
una mirada personal y única: incluso wenders habla que en los sitios turísticos
que se da el fenómeno de millones de fotografías “iguales” del “mismo objeto
cada una de esas millones de fotografías es única porque para el ojo que la
tomó y para los ojos que verán la foto, ésta tiene una historia personal detrás
(y pienso, ¿en cuántas fotografías estamos? ¿en cuántas fotos de un turista
checo, japonés turco, brasileño, alemán… que pasea por esta ciudad u otras
donde paseamos y vamos pasando nos atrapan en sus imágenes y ahí estamos,
repitiéndonos y multiplicándonos anónimamente? feliz insomnio mau.). en fin, en
el libro wenders habla de sus historias que no filmó, las historias personales,
su intimidad, anécdotas de autos descompuestos en carreteas, encuentros con
cineastas en aeropuertos, paisajes desolados, obsesiones geográficas y
literarias, sus viajes por Australia o por el enorme horizonte de estados
unidos, su admiración por ozu o kurozawa, una imagen de Harry dean stanton, su
amistad con Nicholas ray, la memoria, los objetos olvidados, el tiempo que pasa
y no se detiene.
(a manera de homenaje al libro) una vez… entre 1988
y 1993 tomé talleres de fotografía, lo disfruté y fui muy feliz: mis ojos veían
y fotografiaban. entre 1993 y 1994 tuve mi aprendizaje fotográfico más
importante y fue ver cine. el cine de reiner werner fassbinder, las películas
de kurosawa, las imágenes nostálgicas de andrei tarkovski, pero mi mayor
influencia fue el cine de wim wenders. los paisajes de wim wenders. la manera
de encuadrar el horizonte de wim wenders, la manera de contar una historia en
la película donde los silencios hacían su parte narrativa y entonces a las
imágenes les correspondía hablar y contar la historia. años después descubriría
a nan goldin y su infinita tristeza, mi otra gran influencia fotográfica. el
hecho es que sin wim wenders y su cine, mi amor por mirar a través de la cámara
no sería el mismo.
2 comentarios:
No sabía que conocías a Fassbinder.. esta semana estaba la muestra del Goethe sobre Fassbinder y quería alguien con quien ir... damn!!
deberías subirnos algunas fotso de las que tomaste en el 93... hace 20 añitos... sería interesante ver cómo pensabas back then..
oye, solo una pregunta, la falta de mayúsculas en algunos nombres, fue intencional???
Feliz Domingo!!
uuuy. si, conozco a don fassbinder y me fascina su cine. pasé de pensar que era ridículo a amarlo locamente ja ja. soy ultra fan, me gusta que es crudo, cruel y humano, un cine poco intelectual, pero muy del estómago. de hecho, mi amor con el idioma alemán comenzó en un ciclo de fassbinder... luego vino el ciclo de wenders y luego el de herzog. uuuf. el tiempo...
en mis textos personales, mi poesía o el blog o el twitter o facebook o mis correos personales casi no uso mayúsculas. de hecho,sólo las uso cuando escribo narrativa (y si vienen a cuento) o en mi mundo laboral. nunca las uso a menos que:
- esté transcribiendo un texto que lleve mayúsculas
- quiera decir algo muy importante
- quiera gritar ja ja.
creo que las mayúsculas se deben usar cuando se quiere decir algo que lo amerite, je je.
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