“There
are places we must go to
To bring these hollow
words on back form”
Andrew Bird
***
mi historia con la música de andrew bird comienza
cuando encuentro “fake palindromes” del disco “andrew bird & the mysterious
production of eggs” (2005). canción que escucho y escucho y escucho y
escucho. luego consigo el disco completo y lo mismo: escucharlo sin parar. mi
relación con este músico era únicamente a través de ese disco, pero esa es otra
historia. luego sucede que lo escucho tocar en el evento “la colmena”, uno de
los mejores y peores eventos a los que he asistido en la vida (que tendrá una
de las historias que podré contarle a los nietos que no tendré, el como a pesar
de todo logramos salir de ahí y… pero esa es otra historia). luego viene a la
ciudad de méxico y por un extraño azar del destino radio-b me envía al
concierto y ¡wow! la maravilla.
esa noche, al salir del concierto compre “noble
beast” (2009), que se volverá un disco que escucharé y escucharé y
escucharé y escucharé. y ahí, el amor a andrew bird, su música, sus canciones
será enorme.
y es en marzo de 2012 cuando, navegando en noches de
insomnio me entero que saldrá “break it yourself” (2012). un disco
maravilloso. uno de esos discos que escuchas por primera vez y sabes que ahí
están las palabras necesarias para llenarte en ese momento. ese disco es
perfecto, ahí, en ese momento. “break it yourself” fue mi disco
fetiche y mi disco referente durante el año pasado. volví a él una y otra vez,
de entre sus 14 canciones “sifters” y “orpheo looks back” están
entre mis canciones fetiche y el falso palíndroma “eyeoneye” me hace
enormemente feliz; la tristeza del sonido de “lusitania” me devuelve a
noches de lluvia junto al mar. es un disco lleno de nostalgia y de luz, hecho
con las manos y todo el corazón, se nota. me gusta particularmente que andrew
bird toma a orfeo y el mito, nos dice, el título de la canción, que orfeo
mirará hacia atrás, que entonces perderá a eurídice y que además enloquecerá y
que las cosas saldrán mal. es un
disco perfecto, de los que se pueden
escuchar de principio a fin.
y luego, unos meses después, salió “hands
of glory” (2012). 8 canciones, hermanas o complemento de “break it
yourself”. y sucede la maravilla: otro disco perfecto, de los que se pueden
escuchar de principio a fin. y no sólo lo escucho y lo escucho y lo escucho y
lo escucho, también llegó en el momento perfecto. las primeras notas de “three
white horses”, la canción que abre el disco me erizan la piel. y luego
aparece “something biblical” y su maravillosa pausa de memoria y
obsesión:
“Still we keep on dreamin’
Of that 50-year flood
Of oceans of plasma
And rivers of blood”
que por alguna razón que no acabo de entender, pero
que me hace temblar felizmente. en este segundo disco orfeo vuelve, tiende un
puente hacia su locura. Estos discos llegaron en los momentos justos, cuando
más los necesité tener cerca, como orfeo, la locura ronda a veces.
(y por cierto: el viernes 1º de marzo andrew bird
tocará en la ciudad de méxico. verlo/escucharlo en vivo vale mucho la pena. es
un mago de los sonidos)
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