viernes, 11 de julio de 2008

antier, 9 de julio


antier el buen juan gelman leyó poemas en la casa de españa, acá en la lluviosa ciudad. mau estuvo ahí, escuchándolo hacer magia con su voz. comenzó la lectura con este poema:

sobre la poesía

habría un par de cosas que decir/
que nadie la lee mucho/
que esos nadie son pocos/
que todo el mundo está con el asunto de la crisis mundial/ y

con el asunto de comer cada día/ se trata
de un asunto importante/ recuerdo
cuando murió de hambre el tío juan/
decía que ni se acordaba de comer y que no había problema/

pero el problema fue después/
no había plata para el cajón/
y cuando finalmente pasó el camión municipal a llevárselo/
el tío juan parecía un pajarito/

los de la municipalidad lo miraron con desprecio o desdén/ murmuraban
que siempre los están molestando/
que ellos eran hombres y enterraban hombres/ y no
pajaritos como el tío juan/ especialmente

porque el tío estuvo cantando pío-pío todo el viaje hasta el crematorio municipal/
y a ellos les pareció un irrespeto y estaban muy ofendidos/
y cuando le daban un palmetazo para que se callara la boca/
el pío-pío volaba por la cabina del camión y ellos sentian que les hacía
pío-pío en la cabeza/ el

tío juan era así/ le gustaba cantar/
y no veía por qué la muerte era motivo para no cantar/
entró al horno cantando pío-pío/ salieron sus cenizas y piaron un rato/
y los compañeros municipales se miraron los zapatos grises de vergüenza/
pero

volviendo a la poesía/
los poetas hoy la pasan muy mal/
nadie los lee mucho/ esos nadie son pocos/
el oficio perdió prestigio/ para un poeta es cada día más dificil

conseguir el amor de una muchacha/
ser candidato a presidente/ que algún almancenero le fíe/
que un guerrero haga hazañas para que él las cante/
que un rey le pague cada verso con tres monedas de oro/

y nadie sabe si eso ocurre porque se terminaron las muchachas/ los
almaceneros/ los guerreros/los reyes/
o simplemente los poetas/
o pasaron las dos cosas y es inutil
romperse la cabeza pensando en la cuestión/

lo lindo es saber que uno puede cantar pío-pío
en las más raras circunstancias/
tío juan despues de muerto/ yo ahora
para que me quierás/



hermoso momento. luego mau se formó en la fila de los admiradores y esperó y cuando fue su turno le dijo a juan que le agradecía muchísimo lo que había hecho por él y que nunca le dejaría de agradecer por la poesía, por los versos y la voz. el buen juan le dijo mirándo al mau a los ojos, "nooo'hombre, nada que agradecer".

y mau ahora tiene su edición de "de palabra" con un garabato en tinta roja que dice "para mauricio con un abrazo afectuoso juan gelman". firmó y me dio la mano.

mau temblaba.

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