viernes, 3 de marzo de 2017

20 años de un disco de nick cave & the bad seeds

“The boatman calls from the lake
A lone loon dives upon the water
I put my hand over her
Down in the lime-tree arbour

The wind in the trees is whispering”
Nick Cave


1997 sucedió hace 20 años. el 3 de marzo, todavía durante el invierno, apareció “the boatman’s call” de nick cave & the bad seeds. wow. 20 años.  este disco, que me ha acompañado casi todos estos mismos años, ha servido para construirme, para construir la idea que tengo de mí mismo. 




lo encontré una tarde, casi de noche, llovía y hacía muchísimo frío, tenía hambre y poco dinero, pero todavía me quedaba algo de chocolate. en las calles de las ciudades que caminaba había anuncios que hablaban, supongo, de la gira de nick cave & the bad seeds. volvían al escenario, la gente quería verlos. sólo conocía dos canciones: “the carny” y “from her to eternity”, gracias a wim wenders y “las alas del deseo” (1987). un tanto desorientado, un tanto con el camino claro, el boleto de regreso a casa ya lo había hecho pedazos en un parque, buscaba algo que no necesariamente encontré como lo hubiera querido: encontré, eso sí, un disco, un grupo y un autor que me marcarían y me acompañarían.

los primeros escalofríos comienzan con “into my arms”, que es tierna, cruda, enorme:



“I don’t believe in an interventionist God
But I know, darling, that you do
But if I did I would kneel down and ask Him
Not to intervene when it came to you
Not to touch a hair on your head
To leave you as you are
And if He felt He had to direct you
Then direct you into my arms”

luego, “lime-tree arbour” donde escucha el llamado de caronte pero logra escapar y no cruza el leteo, más adelante está “brompton oratory” y su maravillosa cadencia y nostalgia, el mito de convertirse en piedra,. luego siguen, una tras otra, “(are you) the one i’ve been waiting for”, “where do we go but nowhere”, “west country girl” y “black hair”: canciones donde se mezcla la alegría, la pérdida, la enorme tristeza. canciones para despedirse. canciones del dolor bonito. canciones para abandonarlo todo y cruzar el desierto y llegar a perth o irse al desierto de atacama. canciones para que pase el viento. 


Y más adelante, ya al final, “far from me”, la aceptación de la derrota, y “green eyes”: una de las canciones que más me han gustado desde hace 20 años.


enorme este disco. todavía crece. todavía me maravilla y me da escalofríos. felices 20 años a este gran disco.



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