a propósito de los tiempos que
corren, un dato: el 13 de junio de 1939 llegó al puerto de veracruz el buque sinaia.
llegó lleno de refugiados españoles,
ciudadanos de la segunda república española que llegaron desde los campos de
concentración que francia acondicionó para aquellos que lograron escapar de su
republica ya inexistente y derrotada, llegaron los que huyeron de la
devastación, la guerra, humillados por los vencedores y por quienes les dieron
refugio en europa. llegaron con hambre, llegaron los perseguidos por los
nacionalistas, católicos y monárquicos que los querían como a garcía
lorca: asustados, mudos & muertos. así como el sinaia, otros barcos
llegaron antes con pequeños grupos, luego llegaron más. fueron más de veinte
mil refugiados que llegaron a este extraño lugar.
me pregunto qué habría pasado si el
presidente cárdenas hubiera escuchado las voces conservadoras o de los estados
unidos que criticaban el asilo político que se les ofrecía a estos “rojos inmorales, ateos e indecentes” y
les hubiera negado la entrada a esa gente que ya no tenía país, ni ciudad, a
quienes les bombardearon casas, escuelas y hospitales, a quienes les negaban el
derecho a tener o no religión. sé por lo pronto que no habría colegio de méxico
o no habría poesía de león felipe ni de pedro garfias o no habría pinturas de
remedios varo o ideas de maría zambrano o donde construyó félix candela habría
otras cosas. no existirían “los olvidados” ni “el
ángel exterminador”. el etcétera es larguísimo. en el juego de la historia-ficción
méxico habría sido diferente y habría perdido mucho si le cerraba las puertas al
exilio español.
lo mismo habría pasado si méxico no
abría la casa a los exilios libaneses, askenzís o mizrajíes de principios de
siglo xx o a los alemanes y europeos en los años cuarenta o a los rusos en los
años veinte y treinta o a los argentinos, uruguayos, chilenos, colombianos,
guatemaltecos y demás latinoamericanos que llegaron aquí sin nada más que sus
maneras de hablar y cocinar, algunas fotografías y con su memoria a cuestas.
no sé, en estos días pienso en lo
que oigo y veo. de pronto me horroriza y me sorprende el discurso xenófobo. me
parece algo feliz que este país ha tenido muchas veces sus puertas abiertas a tantas
otras otredades que lo han necesitado en sus respectivos momentos históricos.
que además, todos esos otros que llegaron y estuvieron o los otros que se
quedaron han hecho que esto sea como es, así. al llegar, hemos construido este
barco. nuestro aquí & nuestro ahora se ha ido construyendo con
barcos como el sinaia, que venía cargado de esos otros que se volvieron
nosotros.
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