viernes, 25 de septiembre de 2015

sinaia, nyassa, siboney, ipanema, mexique, isere, orizaba, flandre: hoy

a propósito de los tiempos que corren, un dato: el 13 de junio de 1939 llegó al puerto de veracruz el buque sinaia.


llegó lleno de refugiados españoles, ciudadanos de la segunda república española que llegaron desde los campos de concentración que francia acondicionó para aquellos que lograron escapar de su republica ya inexistente y derrotada, llegaron los que huyeron de la devastación, la guerra, humillados por los vencedores y por quienes les dieron refugio en europa. llegaron con hambre, llegaron los perseguidos por los nacionalistas, católicos y monárquicos que los querían como a garcía lorca: asustados, mudos & muertos. así como el sinaia, otros barcos llegaron antes con pequeños grupos, luego llegaron más. fueron más de veinte mil refugiados que llegaron a este extraño lugar.

me pregunto qué habría pasado si el presidente cárdenas hubiera escuchado las voces conservadoras o de los estados unidos que criticaban el asilo político que se les ofrecía a estos “rojos inmorales, ateos e indecentes” y les hubiera negado la entrada a esa gente que ya no tenía país, ni ciudad, a quienes les bombardearon casas, escuelas y hospitales, a quienes les negaban el derecho a tener o no religión. sé por lo pronto que no habría colegio de méxico o no habría poesía de león felipe ni de pedro garfias o no habría pinturas de remedios varo o ideas de maría zambrano o donde construyó félix candela habría otras cosas. no existirían “los olvidados” ni “el ángel exterminador”. el etcétera es larguísimo. en el juego de la historia-ficción méxico habría sido diferente y habría perdido mucho si le cerraba las puertas al exilio español.

lo mismo habría pasado si méxico no abría la casa a los exilios libaneses, askenzís o mizrajíes de principios de siglo xx o a los alemanes y europeos en los años cuarenta o a los rusos en los años veinte y treinta o a los argentinos, uruguayos, chilenos, colombianos, guatemaltecos y demás latinoamericanos que llegaron aquí sin nada más que sus maneras de hablar y cocinar, algunas fotografías y con su memoria a cuestas.


no sé, en estos días pienso en lo que oigo y veo. de pronto me horroriza y me sorprende el discurso xenófobo. me parece algo feliz que este país ha tenido muchas veces sus puertas abiertas a tantas otras otredades que lo han necesitado en sus respectivos momentos históricos. que además, todos esos otros que llegaron y estuvieron o los otros que se quedaron han hecho que esto sea como es, así. al llegar, hemos construido este barco. nuestro aquí & nuestro ahora se ha ido construyendo con barcos como el sinaia, que venía cargado de esos otros que se volvieron nosotros. 

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