“El cine es un misterio. Es un misterio para
el propio
director. El resultado, el film acabado, debe
ser
siempre
un misterio para el director, de otra forma
no sería interesante.”
Andrei Tarkovski
uno de los grandes placeres en mi vida es el cine. mirarlo y
hablar de él. ir a una sala de cine y, sin haber leído mucho sobre la película
o habiendo leído todo sobre la película, maravillarme de la historia que ahí me
cuentan: si logran que me crea la historia me ganan, no importa si es drama,
ciencia ficción, película histórica, dogma,
comedia, terror. el primer paso para maravillarse es ese, creerse el cuento.
hace unas semanas, varias semanas, vi en casa “cada
quien su cine” (“chacun son cinéma ou ce petit coup au
coeur quand la lumière s'éteint et que le film commence”, 2007,
dirigida por 33 cineastas [von trier, wenders, angelopoulos,
moretti, los dardenne, gonzález iñárritu, los coen, zhang yimou, gitai, egoyan,
kaurismäki, van sant, kar-wai, kiarostami, loach y, claro, el magnífico manoel
de oliveira, entre otros] para celebrar los 60 años del festival de cannes). es
una película rara, hay cortos increíbles (el de kiarostami es de una belleza
narrativa y formal impresionante; el de wenders es simplemente genial, es el
wenders que contaba bien historias; el de gonzález iñarritu es bellísimo en
fondo y forma; angelopoulos le hace un homenaje fantástico a mastroianni; wong
kar-wai sorprende y maravilla con sus gestos y sus silencios cinematográficos;
un director ruso, konchalovsky, hace un corto melancólico y triste, que habla
sobre la decadencia de las salas de cine; los dardenne hacen magia narrativa; en
la película hay homenajes a los grandes: fellini, bergman, tarkovski, de sica,
murnau, un etcétera enorme), otros malos, otros extraños. el tema de los cortos
de 3 minutos es “¿qué significa para cada uno de esos directores el cine o el hecho de
ir al cine?” así que cada uno hizo algo sumamente personal y mientras
la veía pensaba en la obviedad de que es una película cuyo tema es el Cine, con mayúsculas, y que realmente es
una película que su tema es el hecho de hablar de cine.
cada espectador tiene una visión, cada uno tiene una manera
de ver el cine que es absolutamente
personal. al hablar de cine se
comparten visiones de la vida (del arte, de los gustos, de las historias, de lo
que es importante o no para uno): infinitas visiones: se comparte una otredad
maravillosa y por eso hablar de cine
es una de las cosas más increíbles que me suceden.
cada persona que vio “ocho y medio” de fellini (o “gravedad”
de cuarón o “leviathan” de zviáguintsev [que
acabo de ver y que creo es una verdadera obra de arte, donde la actuación y el
guión son enormemente sólidos y que se apoyan increíblemente de la imagen y la
música] o “simón del desierto” de buñuel o… cualquier película, en
realidad) tiene una apreciación o una visión personal y al terminar la
película, o al preguntar “¿has visto…?” entonces
sucede algo de magia: al hablar de
esa película, de lo que cada quien vio o sintió o escuchó o descubrió o le
recordó, esa conversación, nos habla de lo que somos en verdad. todos tenemos
historias relacionadas con el cine, con ir a una sala de cine, por eso hablar de cine creo que es de las cosas
que nos hace humanos. mejores humanos. el cine es nuestra memoria, son los recuerdos de toda la humanidad.
(de verdad, haberme cruzado con francisco sánchez en la vida
es de las mejores cosas que me han sucedido: él tiene la culpa de esta pasión
cinéfila, de este hablar y hablar de lo que hemos visto en la pantalla)
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