eran las tormentas de verano de 1998, todo estaba en ruinas por
dentro. todo. algo estaba fuera de lugar adentro de mí, la brújula estaba rota,
sucedían continuos descensos a los lugares poblados de sombras y, en ese
entonces, varios fantasmas que me observaban fijamente. en esos días, cayó en
mis manos “big calm” (1998) de morcheeba y volvió la calma: aunque
todavía no me detendría y seguiría hundiéndome un poco más y seguiría
incendiando las ruinas y seguiría descendiendo una y otra vez algunos meses
más, ese disco me salvó. me tomó de la mano. me regresó.
es el segundo disco del grupo inglés con la fantástica voz de skye
edwards, es justamente la época de auge del trip hop y lo alternativo y
en aquel entonces fue una bocanada de aire fresco ante tanta tristeza y ahora,
16 años después mientras escucho este disco escucho la influencia de este disco
en los fantásticos discos “plastic beach” (2010) de gorillaz
y en “the
odd couple” (2008) de gnarls barkley.
lo escucho ahora, en 2014, y es un disco perfecto: vivo, vigente,
maravilloso. lo escucho y vuelve esa gran calma a llenar mi sangre. lo escucho
y me recorren los escalofríos otra vez: el disco comienza con “the
sea” y es una maravilla.
siguen diez canciones más, “shoulder
holster”, “part of the process” (¡UUUUH!), “blindfold”, “over
and over” (¡UUUUH otra vez!) y la fantástica “fear and love” con esa enorme
verdad, que en aquel momento me abrió los ojos:
Fear can stop you loving
Love can stop your fear
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