"Que estas canciones rompan el maleficio. Que empiece a
sonar ese bajo. Ba-du-ba-du-bum.”
“No sé por qué insistimos, si casi nunca funciona,…”
Kiko Amat, en “Mil
Violines”
***
acercarse a los libros de kiko amat es,
inevitablemente, acercarse a su amor por los discos y por la música.
en las tres novelas que tengo entre mis libros (“el
día que me vaya no se lo diré a nadie” (2003; el libro más difícil de
encontrar y que me demostró con claridad aquello de que el que persevera
alcanza…), “cosas que hacen BUM” (2007; el primero que leí) y “rompepistas”
(2009)) los discos, las canciones y la música son personajes de las historias,
y, lo he dicho en más de una ocasión mientras hablo de kiko amat, me encanta
que siempre agradece a los discos que lo acompañaron mientras escribía.
“mil violines” (2011) no es una
novela sino un libro sobre canciones, canciones pop, los amores de kiko amat,
la historia de 13 canciones en particular en su vida y las historias que traen
detrás. conozco menos de la mitad de los grupos y las canciones de las que
escribe (gracias a youtube y a internet se le puede seguir el paso) y cuando
menciona grupos o canciones que si conozco generalmente son sus enemigos (ja
ja, eso sí, en la sección dedicada a las 10 canciones que más odia, hay odios
compartidos), pero es increíble ver el amor que siente este ser humano por sus
discos. son los discos y las canciones que le han cambiado y salvado la vida,
los que lo llenan de placer, felicidad, recuerdos. lo dice claramente:
“Esos discos no son solo discos, sino
también almacenes de recuerdos.”
quizá ahí reside mi conexión con lo que kiko amat
escribe. comparto el amor por los discos, por la música. de una manera no
profesional, no académica: me gusta o no me gusta y de ahí forma parte de mi banda sonora particular. mía. he ido
acumulando discos y música y grupos y canciones. tengo discos que no dejo de
escuchar desde hace tiempo, discos que son grandes amores, sé dónde está cada
uno de ellos, los visito con frecuencia a pesar de tenerlos descargados en el
ipod o la computadora, vuelvo a ellos, los saco de sus cajitas (eso si, no
tengo discos de vinil, lo que a alguien como a kiko amat le parecería
monstruoso, lo siento), los escucho, los vuelvo a escuchar, me siguen
maravillando una y otra vez. tengo varios discos a los que llamo “discos que me salvaron la vida” y en
los últimos tiempos han estado más presentes tanto en mi cabeza como en mis
oídos. pronto comenzaré a escribir sobre ellos. Cada uno de esos grandes amores
de mi vida, cada disco, representa algo y, efectivamente, almacena recuerdos y
tiene que ver con la persona que soy. Uff.
como todos los libros de kiko amat que he leído, “mil
violines” llegó en el momento justo. no podría haber sido en ningún
otro momento.
(¡y hoy descubro que kiko amat tiene un sitio! www.kikoamat.com ¡WUJUUUUUUUUU!)
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