sábado, 4 de febrero de 2012

Bocetos de una noche de pesadillas







“Escribí este libro para los fantasmas, que son los únicos que tienen tiempo porque están fuera del tiempo.”
“En la pared alguien ha escrito
mi único y verdadero amor.”
“«Hace muecas en las afueras del infierno»…”
“… héroes de inviernos que van quedando atrás. «Pero usted escribe, Montserrat, y resistirá estos días».”
“No temas, aunque sólo pueda contarte estas historias tristes, no temas…”
Roberto Bolaño, “Amberes”

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¿novela? ¿cuentos? ¿viñetas? ¿poesía en prosa a pesar de lo sórdido y terrible (qué además es más terrible porque nosotros como lectores le agregamos los elementos del terror)? ¿sueños? ¿fragmentos de una pesadilla que no parece tener fin? ¿descenso a los infiernos? si, un descenso a los infiernos, sin guía, sin virgilio ni circe, la barca de caronte sin nadie que la lleve a la otra orilla, sin orden, sin distinguir el camino de regreso a lo normal.

“amberes” es el cuarto libro de roberto bolaño que he leído (primero fue “2666”, luego “el tercer reich”, al que le siguió de inmediato “amuleto”) y quizás, a pesar de que es el más corto de los cuatro, es el que podría considerar como el más perturbador de los cuatro. no porque hable de asesinatos, misterio, policía, sexo sórdido y desencanto, muertos y desaparecidos, recuerdos del dolor y la angustia, alcohol, droga, exilio, pérdida de la brújula. todos esos temas están en los otros libros de bolaño, pero hay algo de perverso y maligno en este texto que al estar en desorden parecen más crudos, más reales, más tristes.

no, tristes no es la palabra. más desolados.

el texto es de 1981, publicado hasta 2002, bolaño mismo escribe que es un libro que no fue escrito para ser publicado como tal y que no fue escrito para un público sino para él: en 1981 se estaba gestando el universo perturbador de este escritor nacido en chile que cambiaría la literatura latinoamericana (si es que eso existe) a través de una narrativa bestial: enrique vila-matas hablará de su obra como el autor que rompe y deja de ser heredero del boom, rodrigo fresán lo equipara con cervantes, proust, melville y musil.

la novela es un grupo de textos que narran un momento. no hay personajes como tal, no hay una sola voz narrativa, roberto bolaño se habla a si mismo, frases sueltas. cuesta trabajo entrar. duele. asusta. el truco es genial: generalmente nos presentan una madeja y al ir leyendo la novela vamos desenredándola hasta encontrar el hilo, en este viaje al inframundo personal de bolaño (¿algo que vivó en carne propia? ¿así sucedió? ¿cuántas veces sucedió?) a los lectores nos toca tomar varios hilos para formar una madeja y darle forma a la historia.

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