miércoles, 18 de mayo de 2011

loco y genio, gran genio: 100 años sin mahler




hace 100 años, el 18 de mayo de 1911 murió en viena, cuando ésta era la capital imperial del imperio austro- húngaro, gustav mahler. 51 años antes había nacido en bohemia, país que al igual que el país donde murió desapareció del mapa político. compositor de sinfonías, director de orquesta, director de la ópera real de budapest, músico. loco y genio. adelantado a su tiempo. su trabajo como director de orquesta y de ópera siempre fue excelentemente recibido (¡hugo wolf lo admiraba!), su trabajo como compositor no lo fue tanto. lo abuchearon más de una vez. la crítica era feroz, muy feroz. años después de su muerte fue censurado por el tercer reich, no sólo por judío sino por hacer música inmoral y obscena y moderna. pero pasado el tiempo encontró poco a poco su lugar y hoy es uno de los compositores sinfónicos más respetados e interpretados en el mundo. (y mientras mahler componía sinfonías, en esos mismos años: anton brucker fallecía, freud hablaba del psicoanálisis, klimt participaba en la secesión vienesa, walter gropius tenía amoríos con alma mahler, se construían grandes rascacielos en nueva york y en chicago, arnold schönberg comenzaba a componer…)

pero esa no es la historia que quería contar: cuando yo era niño (papás primos y divorciados y medio hippies, educación montessori), tanto en casa de mi mamá como en casa de mi papá era normal escuchar discos con las sinfonías 1, 4 y 5 de gustav mahler. debo haber escuchado esos discos cientos de veces: primero porque los ponían mamá/papá, después porque había algo que me dejaba inmóvil e inquieto e inmensamente feliz al escuchar esas sinfonías y entonces yo, de 6 o 7 años, ponía los discos por mi propia cuenta, obsesivamente una y otra vez, para escuchar esa música hacerse presente. la maravilla de esa música escrita en 1889 (1era sinfonía), 1900 (4ta sinfonía) y 1902 (5ta sinfonía) llenaba mi cabeza y mi espacio en esos años de 1982-1984… luego vino la decisión de mi mamá de llevarme a la sala nezahualcóyotl en el centro cultural universitario en la ciudad de méxico a escuchar en vivo esas sinfonías. la primera que escuché en vivo fue el “titán”, la primera de las sinfonías. supongo que fue de las experiencias que marcarían mi persona y mi percepción de lo que es o no es valioso para mi percepción estética, de lo que me gustaría o no me gustaría. fui melómano desde entonces, fanático de mahler y de dimitri shostakovitch, sobre todo la 5ta sinfonía. resulta que una amiga/prima de mis padres, cuando ellos tendrían 18 o 20 años les enseñó a mahler en discos de vinil, se juntaban a escuchar discos (trés “rayuela”, je je) y después vino una mítica temporada de las 10 sinfonías en bellas artes dirigidas por eduardo mata y después el amor a la obra de mahler entre ese grupo de amigos ya era imparable, y por ambas vías de mis padres a mí me llegó ese amor a las sinfonías de mahler.

ya adolescente y con mi dinero ahorrado me compré el disco (ya no vinil, sino compacto) de la 2da (“resurrección”) y luego de la 8va sinfonía (conocida como "sinfonía de los mil" por el gran conjunto sinfónico que mahler previó para su interpretación: 850 cantantes y 171 instrumentistas y que se tocará en agosto en méxico una vez más), pasaría horas leyendo y escribiendo y haciendo nada escuchando esas sinfonías y comprando las otras y escuchando a mahler para dormir y antes de tener 20 años tendría conmigo todas las sinfonías, en versiones varias. hace unos años llegaron a mis manos, vía regalo de cumpleaños, las obras completas de mahler dirigidas por guiseppe sinopoli (uno de los directores “mahlerianos” como otto klemperer, eduardo mata, leonard bernstein y herbet von karajan que ayudaron a que la obra de mahler se difundiera, se conociera y se apreciara). hoy en mi ipod cargo las sinfonías de mahler y me hacen muy feliz (además me impresiona que una sinfonía completa quepa en algo tan pequeño como mi ipod). la noche antes de cumplir 34 años escuché la 4ta sinfonía y la maravilla inundó mis ojos y cada hueso por completo.

hace más o menos un año, escuchando la 5ta sinfonía interpretada por la orquesta de minería, en la misma sala neza de mi niñez, caí en cuenta de mi relación personal, amistosa, amorosa y pasional con la música de este germano loco, grandioso y enloquecedor. de ahí todas las manías musicales que tengo ahora: en mi cabeza esa música ha estado siempre y la he disfrutado infinidad de veces, a veces serio, a veces alegre, a veces con lágrimas en los ojos, a veces atontado por la belleza bestial, siempre fascinante, siempre fantástica, siempre innovadora. es curioso, a cada rato, viendo la televisión o alguna película le digo a christian “esa es música de mahler”. la llevo dentro. la puedo escuchar infinitamente y siempre me sorprenderá, una y otra vez: todo en su música está en el lugar correcto.

es de esas cosas que debo agradecerles a mamá y papá. sin duda. (y por eso hoy celebré este centenario de la muerte de mahler escuchando las sinfonías 2da y 5ta muy felizmente)

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