sábado, 7 de julio de 2012

de rayuela, capítulo 7

a rebe t., a mariana s., a christian. los motivos, todos distintos.




y es un poco así: uno encuentra un libro donde se encuentra uno consigo mismo, con su ser, con la imagen reconfortante o inquietante que devuelve el espejo (¿este puedo ser yo?), con su presente tangible (éste soy yo, sólo puedo ser yo) o con su pasado (así pensé, así actué), y en ese libro sucede un capítulo que es un mantra, una repetición de los hechos, un extraño conjuro que se lee cada día 7 del séptimo mes desde, creo, julio del 2002.




(julio cortázar & teodoro w. adorno)

 

el texto es este:




Capítulo 7

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.



el libro es “rayuela” (1963) y su autor, obviamente, don julio cortázar. gran escritor, gran cronopio. en mi primera lectura de este libro (un camino que habría de recorrer varias veces más durante distintos años, distintas felicidades, distintas tristezas, distintas geografías, muchos insomnios y tintas de varios colores) supe que estaba leyendo un texto importante para la literatura. no sabía que sería un texto tan importante para mi, para mi vida, para mis amigos.




(diseño: ehékatl hernández)



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